El Gobierno carga contra la campaña de Ciudadanos de quitar lazos
Ábalos dice que "la ciudadanía no debe suplantar a la Administración" y recomienda no retirar lazos, como promueve Rivera, para evitar la crispación
Primero fue el PP quien reprochó a los líderes de Cs su campaña para fomentar la retirada de lazos amarillos por parte de la ciudadanía, y ahora es el Gobierno del PSOE quien se suma a los reproches a los de Albert Rivera. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha considerado este martes que «la ciudadanía no debe suplantar los poderes de la Administración», que es quien a su juicio debería ocuparse de la retirada de los símbolos del espacio público.
Ábalos, entrevistado en Onda Cero, ha suscrito la posición del Defensor del Pueblo, que, en respuesta a una petición de amparo presentada por Cs, instó a la Generalitat a retirar los lazos y demás símbolos independentistas de los edificios públicos, y que advirtió también que el uso del espacio público está regulado precisamente «para garantizar que sea un espacio compartido».
«No se puede responder a un gesto de este tipo, que es un provocación con actitudes que aumenten la hostilidad», ha dicho Ábalos
En esa misma línea, el también secretario de organización del PSOE ha dicho que los espacios públicos tienen que ser «respetados y no invadidos por ninguna opción», y, pese a suscribir que retirarlos no constituye ningún acto delictivo, ha abogado por hacer un llamamiento a no hacerlo, para rebajar el nivel de tensión alcanzado a raiz de este tema. «No se puede responder a un gesto de este tipo, que es un provocación», ha dicho en relación a la colación de lazos, «con actitudes que aumenten la hostilidad».
«Si un ciudadano ve que la Administración no responde y decide actuar eso es tomarse la ley por su mano. La ciudadanía y mucho menos los partidos políticos no deben suplantar el papel de la Administración, si no les gusta lo que tienen que hacer es exigir», ha abundado el ministro.
El ejecutivo socialista se suma así al PP, cuyo líder, Pablo Casado, se desmarcó la semana pasada de la campaña de Cs, que considera que genera crispación.y también abogó en cambio por «evitar desde las instituciones lo que pasa en las calles de Cataluña». Eso sí, la postura del PP es más dura que la de los socialistas: los populares proponen prohibir los símbolos políticos en el espacio público por ley.