El Gobierno cambia de planes: se acabó la mesa de diálogo
El Gobierno pospone la relación bilateral con la Generalitat hasta después de las elecciones catalanas y mantiene la entrevista de Sánchez y Torra
El Ejecutivo de PSOE y de Unidas Podemos ha decidido suspender la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat hasta después de las elecciones catalanas. Ha tomado esta decisión sin que tan siquiera la mesa se haya puesto en marcha para huir de las encerronas del independentismo, inmerso ya en la batalla electoral, pero ha decidido mantener en pie la reunión de Pedro Sánchez y Quim Torra pese a las dudas que genera esta cita.
El Gobierno rectifica de esta manera sus planes iniciales. Y lo hace después de que el todavía presidente catalán haya exigido «garantías» acerca de la autodeterminación y de la amnistía al presidente del Gobierno para dar impulso a la mencionada mesa de diálogo que el PSOE acordó con ERC en el pacto de investidura.
«El Gobierno espera poder iniciar dicho diálogo en cuanto haya hablado el pueblo catalán y se constituya el nuevo Parlament, así como el nuevo Govern. Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Govern, antes iniciaremos el diálogo», explicó la Moncloa en un comunicado, en el que confirmó la reunión con Torra el próximo 6 de febrero.
Después de poner en duda la reunión ante la escalada de Torra, el Gobierno ha optado por mantener el encuentro con el presidente catalán el próximo jueves, «como no podía ser de otra manera». El Ejecutivo ha puesto como ejemplo de asuntos que requieren solución inmediata –y que se tratarán en la cita– los daños causados por la borrasca Gloria en Cataluña.
Por lo demás, el Gobierno «respeta» la decisión de Torra de convocar elecciones autonómicas una vez se aprueben los presupuestos de la Generalitat.
Los presupuestos del Estado, ¿en el aire?
El calendario de Torra aterroriza a Sánchez desde el miércoles, cuando se anunciaron los comicios en Cataluña pero no se puso fecha. Al presidente le quita el sueño la posibilidad de que las elecciones catalanas coincidan con la tramitación y aprobación de los Presupuestos en el Congreso de los Diputados, previendo que el –vital– «sí» de ERC a los mismos pueda transformarse en contra del Gobierno en media campaña electoral.
Siendo la mesa de diálogo uno de los requisitos de ERC para facilitar la investidura de Sánchez del pasado 7 de enero, cabe preguntarse si la decisión de Moncloa de aplazar su celebración hasta después de la cita de los catalanes con las urnas puede suponer el primer gran revés entre republicanos y el Gobierno de coalición, dejando en el aire el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que daría oxígeno al Ejecutivo.
Está por ver si Esquerra se cobrará de alguna forma la paralización de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el autonómico, o si la decisión se corresponde con algún tipo de estrategia pactada con los de Oriol Junqueras.