El clan Pujol: tres décadas de saqueo continuo
La familia Pujol se relacionó con socios de todo tipo, desde empresarios acusados de sobornar a Kirchner hasta con los testaferros que usaron Correa o Rato
El 21 de noviembre de 1990 los Pujol abrieron su primera cuenta en Andorra. Ese fue el primer foco en el que se fijó la Policía para desarrollar las investigaciones que posteriormente se han convertido en el mayor caso, cuantitativamente hablando, de corrupción por parte de un individuo (o de un clan) de la historia de España.
Según recopila El Mundo, los miembros de la familia Pujol institucionalizaron el soborno y la corrupción en Cataluña y se relacionaron con socios con personajes de todo tipo, hasta empresarios acusados de sobornar millonariamente en Argentina a la entonces presidenta Cristina Fernández Kirchner. Han compartido testaferros con Rafael Correa y Rodrigo Rato, y se las pagaron hasta al príncipe ya fallecido Zourab Tchokotoua, amigo personal del Rey emérito.
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) cuantifica en 290 millones de euros el dinero del que se han apropiado. Aunque de un modo reconocidamente impreciso e inexacto. Cuando a penas faltan unas semanas para que la instrucción acabe en la Audiencia Nacional, dos países han enviado datos cruciales.
Andorra ha comunicado el número de cinco cuentas relacionadas con los Pujol y desconocidas hasta el momento; Suiza ha revelado que ha encontrado un fondo de inversión perteneciente a la familia con 18 millones más procedente de «conductas corruptas». Y Hacienda ha descubierto que, con el entramado societario de Robert Ribes, un testaferro andorrano, la familia ocultó otros 9 millones en Panamá.
Como un modo de contextualizar la forma de conducirse de la familia Pujol, el informe de la UDEF recoge momentos especialmente delicados. El investigador llama la atención del juez sobre la relación entre Jordi Pujol Ferrusola y los hermanos Felip (consejero en el Govern) y Jordi Puig, socio suyo en algunos negocios. Según cuenta, Jordi Puig le debía a Pujol 260.000 euros por, presuntamente, la inversión conjunta de un inmueble que se negaba a pagarle y éste se los reclamó a Felip.
Método 3 y Sánchez Camacho
Probablemente el momento más llamativo de esta historia se produjo al principio, cuando en 2013 salió a la luz aquella conversación entre la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, y la dirigente del PP catalán Alicia Sánchez Camacho, grabada en el restaurante La Camarga de Barcelona por la agencia de Detectives Método 3 por encargo de los socialistas catalanes.
Poco a poco empezó a saberse que aquella acusación que Pascual Maragall, entonces President, lanzó en 2005 en el Parlament a la cara de Jordi Pujol sobre el cobro de comisiones del 3% –y que después retiró– era una nimiedad al lado de lo que de verdad estaba ocurriendo.
A falta de un mes para que venza el plazo de instrucción del juicio a la familia, aunque el proceso puede alargarse, van apareciendo nuevas informaciones con el objetivo de aclarar el origen de la fortuna de los Pujol, cuyo entramado de corrupción presuntamente ha durado tres décadas.