El catalanismo pone en la diana a Cuatrecasas y Daurella
La Plataforma per la Llengua, dedicada a la defensa del catalán, mantiene la campaña contra Coca-Cola y abre otra contra el conocido despacho de abogados
Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola European Partners, recibió en abril pasado la Creu de Sant Jordi de manos del presidente Carles Puigdemont y, hace tan solo unas semanas, ingresó en el consejo asesor de Diplocat, un organismo de la Generalitat dedicado a la difusión de la independencia catalana por el mundo. No obstante, estos gestos no satisfacen ni convencen a los defensores del catalán, que continuamente le están recordando que no etiqueta sus refrescos en esta lengua.
La Plataforma per la Llengua, una entidad dedicada a la defensa del uso del catalán en todos los ámbitos, ha puesto la proa a Coca-Cola, que preside Sol Daurella, y también al despacho de abogados Cutrecasas, Gonçalves Pereira, que lidera Emilio Cuatrecasas. En realidad, llevan más de dos décadas haciendo campaña contra Coca-Cola y ahora iniciarán otra contra el conocido bufete por hacer caso omiso del catalán.
Daurella embotella en islandés, pero no en catalán
Òscar-Adrià Ibáñez, responsable de derechos lingüísticos y consumo de la Plataforma, recuerda a modo de ejemplo que Coca-Cola etiqueta sus productos en islandés, una lengua que cuenta con poco más de 300.000 hablantes, y no lo hace en catalán, pese a que lo conocen más de nueve millones de personas. Coca-Cola European Partners distribuye sus bebidas en España, Portugal e Islandia, un país del que Daurella es cónsul honoraria en Barcelona.
Ibáñez señala que la embotelladora de Daurella siempre ha sido «reacia» a etiquetar sus bebidas en catalán. Por este motivo, la Plataforma envió una carta de queja a la Generalitat cuando en abril pasado se le impuso la Creu de Sant Jordi. No creen que sea merecedora de esta distinción.
Una campaña que dura desde hace 23 años
Jordi Tortajada, responsable de comunicación de la Plataforma, indica que están en «campaña permanente» contra Coca-Cola. Cuando se constituyó esta entidad de defensa del catalán en 1993, se realizó un mosaico con 15.000 latas de Coca-Cola para reclamar que esta lengua también figurase en las etiquetas. Por cierto, entre los políticos que tomaron parte en aquel acto reivindicativo estaba Artur Mas, por aquel entonces jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona.
Como cada año, la Plataforma volverá a acordarse en 2017 de la embotelladora de Daurella aunque todavía no han decidido el diseño de la protesta. Curiosamente, Sol Daurella está levantando las irás de los más catalanistas y también de los españolistas. En diciembre se integró al consejo asesor del independentista Diplocat, pero poco después el vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, la castigó con un nuevo impuesto para las bebidas azucaradas, la llamada tasa Coca-Cola, aunque el ministro Cristóbal Montoro le arrebató la iniciativa. A Daurella todo le sale mal. Lo mismo le pasa a su marido, Carles Vilarrabí.
Envían una carta a Cuatrecasas para invitarle a usar el catalán
La Plataforma acaba de enviar una carta a Emilio Cuatrecasas y a Rafael Fontana, los presidentes de honor y ejecutivo, respectivamente, del despacho Cuatrecasas, Gonçalves Pereira para «invitarles» a incorporar el catalán en su página de Internet. En estos momentos, la página web de este despacho, con sede central en Barcelona, se puede leer en castellano, portugués, inglés y chino.
Los portavoces de la Plataforma indican que tan sólo han enviado una carta al despacho de Cuatrecasas, el segundo que más factura de España, para invitarlo a utilizar el catalán. Otras fuentes de la entidad catalanista recuerdan que, en 2012, cuando Emilio Cuatrecasas presidía el forum empresarial Barcelona Global, declaró públicamente que «el catalán es una barrera difícil de gestionar para atraer talento».