El ambiente del 20-S entorpeció el registro al número 2 de Junqueras
La comitiva judicial que registró el domicilio del ex número dos de Junqueras pidió refuerzos y tardó más de dos horas en abandonar la vivienda
La comitiva judicial enviada a la sede del departamento de Economía de la Generalitat no fue la única que el 20 de septiembre de 2017 tuvo problemas para salir del edificio que le tocaba registrar en el marco de la operación Anubis para impedir los preparativos del referéndum. La que se encargó de registrar el domicilio del número dos del entonces vicepresidente catalán Oriol Junqueras, Josep Maria Jové, tuvo que esperar más de dos horas para abandonar el inmueble con seguridad, dada la protesta de entre 200 y 300 personas que se concentraron a las puertas del edificio.
Así lo relató este martes en el Tribunal Supremo el guardia civil encargado del dispositivo, que aseguró que el registro en casa del entonces secretario general de Economía y Hacienda de la Generalitat se completó sobre las 12.15 horas del mediodía, pero que, vista la multitud congregada frente al domicilio, optó por permanecer en el interior y pedir que acudiera una unidad de agentes antidisturbios para garantizar la salida, que, al final, se efectuó alrededor de las 15.00 horas.
Según el testigo, una vez ya en el coche, todavía hubo un último escollo porque parte de los concentrados, algunos de los cuales acudieron con tractores, se sentaron frente a él para impedir su marcha. Solo cuando la Guardia Civil pidió a los Mossos también allí presenten para que intervinieran y dispersaran la protesta, los manifestantes optaron por dejar pasar el coche.
Sànchez y el acceso a la sede de Economía
El agente también reveló que poco antes de las 15.00 horas de la tarde, tuvo una conversación con el teniente de la Guardia Civil encargado del dispositivo de seguridad del registro en la sede de Economía. En teoría, ese era su destino, porque Jové tenía derecho a estar presente en el registro de su despacho.
Pero eso se descartó porque el teniente le informó de que no había manera de acceder por la gran cantidad de concentrados que rodeaban el edificio. Es más, según el testigo, también le contó que el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, le había dicho que “no iba a permitir” el acceso de ningún vehículo policial.
Dado el panorama, el guardia civil encargado de la detención de Jové optó por trasladarlo directamente desde su domicilio, ubicado en el municipio de Les Franqueses del Vallès, a dependencias policiales en Barcelona, donde su abogado solicitó después el habeas corpus, es decir, que Jové se presentara ante el juez de guardia para que este determinara la legalidad del arresto.
La versión del agente contradice la de la secretaria judicial que encabezó el registro a la casa de Jové, que certificó por escrito que el detenido renunció a su derecho a asistir al registro de su despacho. El testigo alegó que eso no podía ser porque él nunca llegó a comunicar oficialmente al detenido ni a su abogado que había un registro también en su despacho, y que tampoco consta esa renuncia en el acta que se levantó del registro, y que Jové, por cierto, se negó a firmar, como también hizo el secretario de Hacienda, Lluís Salvadó, que también fue detenido ese día.