El alcalde de Guijuelo regala ayudas millonarias a familiares y allegados
Una entidad privada presidida por el alcalde de Guijuelo reparte subvenciones públicas europeas a sus allegados, colaboradores y familiares
Una entidad privada que gestiona dinero público ha inyectado cuantiosas subvenciones en las empresas de los allegados y familiares del alcalde de Guijuelo, Francisco Julián Ramos Manzano, uno de los barones locales del Partido Popular en el cargo desde 2005.
En la cuna del cerdo ibérico, Adrecag, una entidad privada sin ánimo de lucro, ha crecido bajo la sombra del alcalde de Guijuelo y con dinero público procedente del ministerio de Agricultura, la Diputación de Salamanca, la Junta de Castilla y León, también en manos del Partido Popular, y las instituciones europeas.
Desde su constitución, la entidad subvencionadora ha dado cuantiosas ayudas a empresas de su entorno. Sólo entre 2000 y 2014, la entidad ha otorgado más de 10 millones a pequeñas empresas de la región.
En teoría, Adrecag es una asociación que tiene como objetivo impulsar la actividad económica en tres comarcas de la provincia de Salamanca (Campo Charro, Alba de Tormes y Guijuelo). Pero en la práctica se ha convertido en una entidad que ha otorgado dinero público a las empresas relacionadas con su junta directiva.
Adrecag está presidida por el alcalde de Guijuelo y tiene como vicepresidente a Ángel Muñoz, propietario de Talleres Eléctricos Lucas, una tienda de Salamanca. La entidad gestiona la entrega de fondos millonarios a pequeñas empresas ubicadas en localidades de 67 municipios.
Subvenciones que quedan en casa
Al menos en dos ocasiones, esas subvenciones han ido a parar a empresas vinculadas con la junta directiva. Es el caso de la empresa Pecogasa, donde ha trabajado Antonio Terradillos García, miembro de la Junta Directiva de Adrecag. La compañía recibió una subvención de 250.000 euros el 10 de octubre de 2003.
En 2010, también fue beneficiada con 134.000 euros en ayudas públicas la Asociación de Industrias de la Carne de Guijuelo, AIC Guijuelo, cuya tesorera, Yolanda Martín Revilla, ocupaba el cargo de secretaria de Adrecag cuando fue concedida la subvención. Es decir, formaba parte de la entidad pagadora y de la entidad beneficiada.
Este diario se ha puesto en contacto con el alcalde de Guijuelo, Francisco Julián Ramos Manzano, para obtener explicaciones sobre el funcionamiento de la red de subvenciones europeas en la entidad que él preside. El alcalde asegura a través de un comunicado escrito que no hay conflictos de intereses en estos casos.
El alcalde explica que, los directivos que terminaron beneficiando a las empresas a las que pertenecían se abstuvieron en las votaciones para asignar estas subvenciones. Por tanto, descarta el conflicto de intereses.
Pero las subvenciones públicas también llegaron a la familia del propio alcalde. El restaurante del hermano del alcalde, El Pernil Ibérico, y que se ha convertido en un centro de convenciones y actos oficiales del Ayuntamiento de Guijuelo, también fue beneficiario de las ayudas públicas en el año 2010 para montar un “centro de negocios, convenciones, exposiciones y eventos”. El establecimiento recibió más de 245.000 euros para la reforma del restaurante que prometió la creación de empleo. En total, justificó la creación de tres puestos de trabajo.
El propio alcalde de Guijuelo ha reconocido que la entidad que preside le otorgó la subvención pero asegura que él, como hermano del beneficiario, se ausentó de la votación. Ramos Manzano asegura que todas las subvenciones que concede a través de esta curiosa entidad son controladas y vigiladas por la Junta de Castilla y León.
La hermana del alcalde también trabaja en la entidad que le dio subvenciones a su hermano
Este medio se puso en contacto con la Junta de Castilla y León para conocer las subvenciones otorgadas a las empresas del alcalde de Guijuelo, pero no recibió respuestas concretas. Sólo enlaces genéricos que envían a ayudas aprobadas por las diferentes empresas a través de todas las consejerías.
Pero el propio alcalde ha sido beneficiario de las ayudas de esta entidad con una subvención de 60.000 euros. En 2004, cuando aún no era presidente de la entidad, recibió una subvención de Adrecag para su actividad como autónomo: un laboratorio de análisis microbiológico. Pero en respuesta a las preguntas de este medio, el alcalde no ha contestado a este diario la cuantía recibida ese año.
Adrecag también ha fichado a su hermana, Sonia Ramos Manzano, como trabajadora de la entidad. Según el alcalde, tampoco se trata de un trato de favor. La contratación de su hermana por parte de la entidad que él preside “cumplió los requisitos de publicidad establecidos, solicitando la preceptiva oferta de empleo a las oficinas correspondientes y entrevistando a los candidatos”.
La hermana del alcalde tampoco ha tenido nada que ver con la aprobación de la subvención a su otro hermano, según explica el político popular. Se trata sólo de coincidencias. Y todo queda en familia.