Debacle en Catalunya: un recorte del 74% en inversión en cuatro años
Mas espera una reacción de Rajoy para cuadrar las cuentas de la Generalitat en 2014
En picado. La inversión pública del Estado en Catalunya ha descendido un 74% en cuatro años. El Gobierno central, forzado por la exigencia de reducir el déficit, ha sacrificado su fuerza inversora y lo ha hecho en el conjunto de autonomías, salvo en aquellas en las que sigue empeñado en construir líneas de alta velocidad, con proyectos en marcha. Pero en Catalunya esa renuncia inversora ha sido considerable, y la decisión no se puede desvincular del proceso independentista.
El hecho es que, si se cuenta la inversión por habitante, el Estado ha pasado de invertir 483 euros por habitante en 2010, a 125 euros por catalán en el presupuesto de 2014. Es decir, de 3.625 millones a 944 millones de euros.
La Cambra de Comerç ha realizado un estudio con todos esos datos, que muestran diferencias entre la inversión en Catalunya y en el resto de autonomías. Justo cuando la Comisión Europea ha reorientado su estrategia, respecto a los fondos europeos, y primará a las regiones económicas tractoras, el Gobierno central ha sido en los últimos años especialmente severo con Catalunya, que representa el 19% del PIB español.
Las autonomías con AVE, premiadas
Eso es lo que ha despertado todos los temores del empresariado catalán, con una reacción rápida y clara por parte de Foment y la Cambra de Comerç. Fuentes empresariales destacan un hecho y es que Miquel Valls, el presidente de la Cambra, no suele reaccionar con tanta celeridad y contundencia. Y lo ha hecho al denunciar, a su juicio, una discriminación del Estado. Y la misma reacción se ha producido en Foment.
En esos mismos años analizados, que muestran el cambio de Gobierno en el conjunto del Estado, del PSOE hasta noviembre de 2011, y del PP hasta ahora, el conjunto de autonomías pasaron de recibir 507 euros por habitante a los 208 presupuestados en 2014.
Es cierto, sin embargo, que algunas autonomías, en las cuentas del próximo año, se benefician principalmente por la inversión en el AVE. Son La Rioja, Navarra y Cantabria, seguidas de Extremadura, Andalucía y Galicia. En el lado de las perjudicadas están Asturias, Murcia, Catalunya y Baleares.
Negociación en el Congreso
El Govern de Artur Mas, sin embargo, pese a la sorpresa generada por el proyecto del Presupuesto de 2014, todavía espera una reacción del presidente Mariano Rajoy. Las fuentes empresariales consultadas aseguran que las cuentas son responsabilidad del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no se ha caracterizado, precisamente, por actuar como un cirujano de precisión, justo cuando el Gobierno más necesita caminar en esa dirección. Y que, por tanto, en la negociación posterior, CiU podría tener un papel importante en el Congreso.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, aseguró este miércoles que lo intentará, pero que el año pasado el PP no aceptó ni una sola enmienda a los presupuestos.
Mas necesita 2.000 millones
El Govern, en cualquier caso, necesita ingresos, precisa partidas que puedan llegar a través de la disposición adicional tercera del Estatut, aunque se asume que esa cláusula –que obligaba al Estado a invertir durante siete años seguidos el porcentaje equivalente al peso de la economía catalana en la española (entre el 18% y el 19%)– quedó anulada por la sentencia del Tribunal Constitucional en 2010 y el Gobierno central no se siente comprometido a cumplirla.
Mas necesita cuadrar 2.000 millones para el presupuesto de 2014, y lo puede hacer a través de dos vías: mayores ingresos –que no parece que puedan llegar– o con nuevos recortes, que no quiere acometer, aunque es cierto que en 2014 la Generalitat pagará menos intereses por la financiación de la deuda que en 2013.
El nuevo modelo de financiación
Y, por supuesto, se confía en el nuevo modelo de financiación autonómica, que se debe poner en marcha en enero de 2014. La negociación se podría prolongar a lo largo de 2014, pero aplicarse con carácter retroactivo a enero de 2014, como ocurrió con el actual sistema vigente, que entró en vigor en enero de 2009.
A Mas no le queda otra que buscar todas las vías para cuadrar las cuentas, al margen de mantener su proyecto político soberanista. Y el Gobierno aplica el rodillo: sin inversiones en Catalunya, y con las finanzas catalanas pendientes de las partidas del Fondo de Liquidez Autonómica.