La CUP declara la kale borroka a 17.000 millones del turismo
Cataluña aglutina al 22% de los turistas internacionales y en Barcelona el sector aporta el 14% de su PIB
Pese a las declaraciones apocalípticas de la CUP y otras plataformas que ven al turismo como una actividad que aniquila la ciudad, este sector se consolida como una de las principales fuentes de ingresos en Cataluña, sólo superado por el sector de las actividades inmobiliarias y profesionales. Entre enero y junio en la comunidad autónoma los turistas internacionales han ingresado casi 8.200 millones de euros.
A este ritmo, y teniendo en cuenta que en el próximo semestre se sumarán los meses de julio y agosto, se espera que en Cataluña se superen los 17.328 millones de euros que los visitantes extranjeros dejaron el año pasado.
Casi uno de cada cuatro visitantes llega a Cataluña
En porcentajes, Cataluña absorbe el 22% del movimiento turístico foráneo, y el sector ha facturado un 14,8% más comparado con el año pasado. De a poco Cataluña se aleja del modelo de turismo low cost: el gasto medio diario por turista ha sido de 189 euros, superior a los 143 euros de media que contabiliza el resto de España. Más exactamente, en Cataluña gastan un 32,17% más.
El gasto medio por turista internacional en Cataluña es un 32% más que en el resto de España
En la ciudad de Barcelona el turismo representa el 14% de su PIB, o sea un volumen de más de 12.000 millones de euros. En año pasado se han registrado casi 20 millones de pernoctaciones en la ciudad, y el sector genera cerca de 150.000 empleos directos.
La CUP avala los ataques vandálicos
Pese al éxito económico el turismo es la principal preocupación de los barceloneses, según el último sondeo de opinión del ayuntamiento: los vecinos creen que es una actividad que beneficia a la ciudad pero piden nuevas regulaciones en materia hotelera y se quejan del alza de los precios de las propiedades, muchas reconvertidas en pisos turísticos.
Pero los sucesos vandálicos de Arran representa el cruce de una línea roja que se teme que genere un efecto contagio. El ataque al bus turístico y la campaña de pinchazos a ruedas de bicicletas de turistas han levantado las condenas de las autoridades municipales y el arco opositor, excepto de la CUP y otras plataformas radicales de izquierda, que han reivindicado las acciones en protesta contra este sector. Pero desde el consistorio no se precisa qué estrategia se desarrollará para prevenir más hechos vandálicos en el futuro.
Siete hoteles de Barcelona fueron atacados por plataformas radicales en los últimos meses
Arran es una formación independentista radical integrada por unos 500 miembros, la mayoría menores de 25 años, que además de Cataluña también cuentan con representantes en Valencia y Baleares. Desde la CUP la diputada Mireia Boya calificó a los hechos vandálicos como “acciones simbólicas”, y contraatacó diciendo que “la violencia es generada por el Govern”. En tanto, la legisladora Anna Gabriel dijo que por el turismo “se está expulsando a gente de esta ciudad”, y considera que esta es “una industria extractiva que funciona las 24 horas, los 365 días del año, y que nos va a dejar sin nada”.
Siete hoteles atacados en pocos meses
Además de estos dos últimos ataques, y sumadas a las pintadas que suelen proclamar “Tourist go home”, en Barcelona siete hoteles han sufrido diversos ataques en los últimos meses.
El Gremi de Hotels ha contabilizado cinco agresiones, pero hubo otras dos que no habían sido denunciadas en su momento, precisa El País. Tres de ellas ocurrieron el 1 y 5 de mayo, cuando los hoteles Barcelona Catedral, Ohla Barcelona y Catalonia Magdalenes, en el barrio Gótico, fueron atacados por jóvenes que se desprendieron de una marcha convocada por la CUP y otras organizaciones radicales. En los establecimientos lanzaron pintura y rompieron los cristales. También el Hotel Universal, en el Paralel·l (Raval), sufrió un ataque esas jornadas.
Los hoteles Travelodge y Amistat Beach Hostel, en Poblenou, fueron atacados con bombas de pintura por los manifestantes de una marcha convocada por la organización vecinal Ens Plantem a inicios de mayo. Y en Gràcia, el hotel La Casa del Sol ha sufrido cuatro agresiones, la más grave cuando un grupo de personas realizaron destrozos en su mobiliario. Este establecimiento es un objetivo de los radicales porque el edificio había sido ocupado ilegalmente meses antes.