Cuenta atrás para que Puigdemont pierda su inmunidad: de 3 a 6 meses
Más del 90% de los suplicatorios que llegan al Europarlamento para levantar la imnunidad parlamentaria de un diputado prosperan
Carles Puigdemont goza ahora mismo de inmunidad como eurodiputado, razón por la que este lunes debutó en el Parlamento Europeo. Nada más poner pie en Estrasburgo, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, pidió formalmente al presidente de la Eurocámara, David Sassoli, el suplicatorio para levantar su inmunidad y la del exconseller Toni Comín, por solicitud del magistrado Pablo Llarena. Un procedimiento que, si bien suele aprobarse en la mayoría de los casos, no se desarrolla con celeridad.
Así las cosas, la misma semana que el expresident y su compañero de fuga han llegado al Parlamento Europeo ha comenzado la cuenta atrás para que pierdan su inmunidad, con el final de la primavera o como mucho el inicio del verano como horizonte. El primer paso ahora mismo consiste en que la Eurocámara estudie la petición del Supremo, antes de que Sassoli comunique la solicitud al pleno para remitirlo a la comisión de asuntos jurídicos, que a su vez valorará los hechos y emitirá una recomendación que deberá ser votada en el Parlamento.
El órgano legislativo de la Unión Europea ya ha avanzado que se tomará «el tiempo necesario para hacer las cosas bien», en palabras del portavoz Jaume Duch, quien también ha avisado que «no hay automatismos» en Estrasburgo. Por ello se prevé que la decisión se dilate entre tres y seis meses, lapso en el que Puigdemont y Comín seguirán teniendo inmunidad como eurodiputados. Así las cosas, el líder independentista huido a Bruselas tras el referéndum ilegal del 1-O ya hace planes para venir a España en febrero.
Después de remitir Sassoli el suplicatorio a la comisión de asuntos jurídicos, ésta designará un ponente responsable del expediente, según informa El Periódico. El responsable no puede ser español ni pertenecer al mismo grupo parlamentario que Puigdemont y Comín. Esta comisión trabajará siempre a puerta cerrada y solicitará explicaciones e información, e incluso podrá escuchar a los eurodiputados catalanes, antes de emitir su recomendación, previa votación de sus integrantes. Finalmente, el Parlamento Europeo deberá aprobarlo por mayoría simple.
Los antecedentes no favorecen a los eurodiputados independentistas. Durante el pasado mandato de la Eurocámara, más del 90% de los suplicatorios para levantar la inmunidad parlamentaria fueron aprobados: se recibieron 60, de los cuales 55 salieron adelante. La última solicitud de 2019 se resolvió en cuatro meses, dentro del plazo esperado, por lo que si el caso de Puigdemont y Comín corre con la misma suerte ya en abril o mayo podrían haber perdido esta protección parlamentaria diseñada para evitar injerencias políticas.
El entorno de Puigdemont no es optimista
La Eurocámara tiene la última palabra, y por ello Puigdemont comenzó este mismo lunes a presionar a algunos grupos para que rechacen el suplicatorio cuando sea votado. En concreto, ha apelado a los representantes socialistas y se ha mostrado «convencido de que van a hacer caso» a Pedro Sánchez, «que de forma solemne en la investidura, y así obtuvo la mayoría, se comprometió a desjudicializar la política». «El suplicatorio es una consecuencia directa de la judicialización de la política», ha añadido el expresident.
Desde luego en sus grupos parlamentarios las filas del PP, Ciudadanos y Vox impulsarán el voto a favor de levantar su inmunidad, mientras que los representantes del PSOE en Europa han avanzado que estudiarán el suplicatorio. La presidenta de la Delegación Socialista Española, Iratxe García, ha afirmado este martes que descartan «entorpecer» la justicia, añadiendo que «el diálogo no es incompatible con permitir y respetar el trabajo de la justicia». Es una respuesta contundente al mensaje de Puigdemont.
Y el entorno del líder independentista ya empieza a tirar de pesimismo. El asesor y jefe de campaña de Junts per Catalunya, Aleix Sarri, ha compartido en Twitter las declaraciones de García y ha comentado: «EL PSOE confirma que, cuando llegue el momento, votará a favor del suplicatorio», denunciando que no hay «novedades» en el «frente pro represión». Parece ser todo cuestión de esperar a que acabe la cuenta atrás.