Crece la hipótesis de una inmunidad vitalicia contra el coronavirus
Un estudio de inmunólogos británicos es el primero en mostrar la presencia de linfocitos o células-T seis meses después de la infección de Covid-19
La infección de Covid-19 podría dotar de una respuesta inmune fuerte y de larga duración, según un estudio del Consorcio de Inmunología del Coronavirus, plataforma que ha congregado a los investigadures de inmunidad de 17 instituciones del Reino Unido con fondos públicos.
Su investigación apunta a que el sistema inmunitario blinda a los contagiados de coronavirus de forma robusta durante al menos seis meses.
El informe alimenta la hipótesis de que la inmunidad contra el coronavirus puede ser vitalicia, aunque sus datos no son concluyentes y sus hallazgos no han sido aún verificados por otros científicos.
Asimismo, sus autores advierten en declaraciones recogidas por The Guardian de que, pese a que sus datos son «tranquilizadores», sus conclusiones no confirman que no puede haber reinfecciones de Covid-19.
Entre marzo y abril, los investigadores analizaron las respuestas de anticuerpos de un centenar de trabajadores sanitarios no hospitalizados. Seis meses después, todas las personas seguían teniendo niveles detectables de linfocitos o células-T, y quienes tuvieron síntomas al inicio de la infección los tenían en niveles superiores en un 50%.
Las células-T reconocen el virus y activan una serie de mecanismos en cuanto lo reconocen, como por ejemplo crear anticuerpos. Los autores creen que los altos niveles de linfocitos-T en los contagiados que padecieron síntomas puede deberse a una mayor protección tras una enfermedad más severa o, por lo contrario, a que los asintomáticos pueden controlar el virus con menos «ayuda».
«Necesitamos estudios de población a gran escala para mostrar cómo los perfiles celulares y de anticuerpos actúan juntos para proteger a las personas a lo largo del tiempo», ha explicado uno de los autores del estudio, el profesor de la Universidad de Birmingham, Paul Moss.
Las células-T y B, ¿juntas durante muchos años contra el coronavirus?
Las incógnitas sobre la inmunidad contra la Covid-19 siguen siendo muchas, pero con este estudio son menos. Por ejemplo, arroja más luz sobre el trabajo codo con codo que hacen los linfocitos o células-T y B, que puede sintetizarse como la capacidad del cuerpo de memorizar las características de este coronavirus específico y activar la respuesta adecuada para neutralizarlo.
Los linfocitos-T se enfrentan a los patógenos cuando el sistema inmune innato no sabe cómo protegerse de ellos. Hay varios tipos de linfocitos-T, algunos ayudan a los protagonistas, otros son la memoria del sistema, y otros se contactan con las células-B para que produzcan más anticuerpos.
Más importante que los anticuerpos es la supervivencia de estas células (T y B), dado que si están presentes es posible que puedan activarse si es necesario. Este estudio sugiere que estos linfocitos perduran más que los anticuerpos. Pero sigue siendo un misterio cuánto tiene retiene memoria de la Covid-19 el sistema inmunitario; es decir, cuán duradero es su blindaje.
Algunas personas del estudio perdieron niveles considerables de anticuerpos en seis meses, pero las células-B seguían presentes, preparadas para actuar si el coronavirus volvía a atacar.
Los expertos aconsejan a las autoridades hacer pruebas a gran escala de linfocitos T y B en la comunidad para tener una panorámica más completa de la inmunidad. De esta forma, podría detectarse si aquellas personas que no tienen anticuerpos detectables sí tienen una inmunidad celular que les protegería contra la Covid-19.
«Este trabajo proporciona una buena dosis de optimismo de que la infección por Sars-CoV2 (¿e inmunización?) puede inducir una respuesta inmune protectora sólida y sostenida, aunque esto aún no prueba la inmunidad a más infecciones», ha afirmado el profesor de la Universidad de Cardiff, Paul Morgan, que no estuvo involucrado en el estudio.