La vuelta a las Universidades: enseñanza mixta y mascarilla en clase
El Ministerio de Universidades estipula ventilar las clases cada 15 minutos y mantener 1,5 metros de separación entre alumnos
La vuelta a las aulas universitarias tendrá como medida obligatoria por la pandemia de coronavirus el uso de mascarillas en clases presenciales, así como en los espacios comunes. Se recomienda, además, mantener las ventanas abiertas y llegar a un modelo de enseñanza mixto, que combine la docencia no presencial, como parte del nuevo plan acordado entre el Ministerio de Universidades y la Comisión Delegada de la Conferencia General de Política Universitaria.
El departamento que dirige Manuel Castells, ausente en la reunión por una operación realizada el pasado viernes, ha publicado este lunes las nuevas recomendaciones para el cusro 2020/2021, elaborado el pasado junio y que ahora ha sido actualizado.
En el documento figuran una serie de medidas como que las universidades españolas tendrán que garantizar un número de estudiantes en las instalaciones que no supere la capacidad de la misma incluyendo la distancia de seguridad de 1,5 metros entre alumnos. Si no pudiera garantizarse, la actividad no podría ser desarrollada de forma presencial y las universidades «deberán tomar las medidas pertinentes para que se pueda llevar a cabo de forma online».
Además, cada universidad podrá combinar el modelo presencial con una docencia a distancia si dispone de los medios telemáticos adecuados, ofreciéndolos a disposición de sus alumnos, que deberán rotarse periódicamente. Universidades considera que esta opción podrá aplicarse en asignaturas que superen el coeficiente de ocupación requerido.
En caso de que no se cumplan con los protocolos de distanciamiento, las universidades sí podrán seguir ofreciendo seminarios y cursos que no pongan en riesgo que se incumpla con la distancia entre alumnos. En cuanto a las prácticas obligatorias, estarán determinadas con la naturaleza académica y las distintas variantes.
Además, no se considera «conveniente» doblar el número de alumnos por clase para mantener la presencialidad ya que implicaría una «sobrecarga inasumible para el profesorado». Todas estas medidas deberán hacerse públicas antes de que comience el periodo de matriculación de cada universidad.
Protocolos antiCovid
También figura en el documento la obligatoriedad que se estipula a cada universidad para tener un protocolo anticovid y a una persona responsable de la gestión de las actuaciones que se deriven de la pandemia. Tendrán que disponer, a su vez, de otra persona responsable para la gestión de la crisis.
En este sentido, las universidades tendrán que disponer de un espacio para el aislamiento en caso de ser detectado un caso de coronavirus. Si algún estudiante desarrollara síntomas, se le pediría que se traslade a ese espacio, que deberá estar bien ventilado; se le facilitará además, mascarilla, y deberá permanecer ahí hasta que abandone el centro para ser confinado en su domicilio o en un centro hospitalario. Ahí tendrá que permanecer entre 3 y 10 días, en función de su caso.
También se le realizará un estudio de contactos, personas que hayan estado a dos metros de distancia durante más de 15 minutos desde las 48 horas antes del inicio de síntomas. Una vez detectadas, se les comunicará que deberán permanecer en cuarentena y pasar una PCR.
El estudiante que tenga que pasar un aislamiento «tendrá el derecho de recibir la docencia correspondiente de forma no presnecial, atendiendo a las especifidades de cada asignatura».
Será el próximo 3 de septiembre cuando Castells comparezca junto al presidente de los rectores de las Universidades españolas para informar con detalle del inicio del próximo curso.