Italia valora medidas más restrictivas con el país cerrado
La cifra de fallecidos por coronavirus en Italia se dispara un 36% en 24 horas, hasta las 631 víctimas
Después de la alarma vivida este domingo en Italia, cuando la cifra de fallecidos por coronavirus incrementó un 57% en un día hasta las 366 víctimas, el inicio de la semana ha estado marcado por la máxima preocupación de las autoridades ante la escalada del 72% desde aquel saldo del fin de semana, hasta los 631 muertos reportados el martes por la tarde, en el conteo diario que anuncia el Gobierno de Giuseppe Conte.
El lunes por la noche había una relativa tranquilidad dentro de la tremenda inquietud que está ocasionando la alta mortalidad del Covid-19 en Italia, puesto que el primer día de la semana se registraron 97 difuntos, hasta un total de 463, un 25% más de un día para otro. No obstante, las 168 muertes reportadas por las autoridades el martes, un 36% más con respecto al lunes, ha llevado al Gobierno a valorar medidas incluso más restrictivas que las actuales.
Italia superó este martes la barrera de los 10.000 contagios y, con los movimientos restringidos en todo el territorio, se empiezan a agotar las posibilidades frenar el coronavirus y evitar convertirse en el nuevo epicentro mundial de la epidemia una vez que la vida en China está volviendo a la normalidad. Si hace una semana Conte anunció una partida de 7.500 millones de euros para paliar la hecatombe económica, este miércoles la ha incrementado hasta los 25.000 millones.
Los italianos quieren medidas más restrictivas
El primer ministro italiano se ha mostrado dispuesto a acometer «medidas más restrictivas» si la región de Lombardía, la más afectada por el coronavirus, así lo solicita formalmente. Lo ha dicho tras publicarse encuestas que deslizan que los italianos están dispuestos a soportar restricciones aún más radicales, ante lo que Conte ha hecho un llamamiento a la población a no dejarse atrapar por las emociones y a entender que las autoridades deben «proceder con cuidado», informó La Repubblica.
«Además del objetivo prioritario de la protección de la salud, debemos tener en cuenta que existen libertades civiles y libertad de empresa», ha afirmado el líder italiano, añadiendo que «no me gustaría que se produzca un debate público que exija más y más medidas restrictivas». El contexto es un país en el que en la capital, Roma, la bulla se ha reducido a susurro, los comercios están obligados a cerrar a las 18.00 horas y las patrullas policiales mantienen separadas a las personas en los cafés, según cuenta AP.
JP Morgan ha avisado de la probabilidad de que Italia escale sus medidas restrictivas hasta un toque de queda por dos semanas, citando recortes de prensa y declaraciones de los líderes políticos. La firma financiera prevé que la economía italiana se contraiga un 7,5% en el primer trimestre respecto al trimestre anterior, con una modesta recuperación del 2% en el segundo trimestre antes de un repunte en el tercero.