El Gobierno no aclara si desconvocó las manifestaciones tras el 8-M

La delegación del Gobierno en Madrid envió el pasado 1 de junio una carta a la magistrada Carmen Rodrígez-Medel, instructora del 8-M, en la que reconoce que no se registraron las llamadas realizadas a partir del 11 de marzo para solicitar a promotores de varias manifestaciones posteriores al Día de la Mujer que desconvocaran las marchas por la expansión del coronavirus. 

En el documento, revelado este lunes por El Mundo, el secretario general de la delegación, Fernando Talavera, asegura que el Ejecutivo de Pedro Sánchez sí colaboró para su desconvocatoria, a fin de frenat la expansión del virus. Segun Talavera, las llamadas se hicieron para «colaborar» con los agentes de la Policía que desaconsejaron las movilizaciones, pero no constan en ningún registro.

La carta se envía en respuesta de un oficio solicitado por Rodríguez-Medel donde se solicita información sobre si las 21 manifesaciones desconvocadas tras el 8-M se cancelaron por «iniciativa propia» o «a requerimiento» de la delegación del Gobierno. 

Según la carta, el organismo sostiene que las llamadas se hicieron «en escenarios sobrevenidos sobre la situación prevista inicialmente para favorecer una disposición más eficiente de los efectivos policiales encargados de la seguridad de los eventos». 

De esta forma, el objetivo que argumenta el Gobierno era el de «colaborar» para que las «unidades policiales competentes planteen sus dispositivos». Estos debían ser ejecutados «solo en casos que confirmen su voluntad de ejercer tal derecho que se ha dado por comunicado previamente». 

«La mayoría de llamadas», entre el 11 y el 16 de marzo

Según consta en la carta, «la mayoría de llamadas» se realizaron entre los días 11,12, 13 y 16 de marzo, aunque tambien se realizaron algunas entre el 17 y el 27 del mismo mes. El requerimiento de Rodríguez-Medel, por su parte, pedía también información sobre si había solicitado cancelar manifestaciones entre los días 5 y 14 de marzo que no hubiera sido documentadas. 

El funcionamiento de estas llamadas pasa por una aplicación denominada Gestión de Concentraciones y Manifestaciones, de la que la delegación mantiene que «queda todo registrado y archivado con asientos electrónicos siempre que la gestión se realice desde la propia aplicación y se ajuste a los parámetros y formalidades para lo que está diseñada». 

Sin embargo, desde la delegación defienden que «no está configurada para realizar ni registrar las llamadas» concernientes a la gestión de las manifestaciones.