Portugal cambia el ocio nocturno por discotecas de tarde
El país luso vuelve a reabrir las discotecas y locales de ocio nocturnos cuatro meses después de clausurarlas, sin pistas de baile y cerrando a las 20 horas
Portugal se prepara para abrir las discotecas, uno de los primeros establecimientos cerrados por la pandemia y uno de los últimos en abrir. De esta manera, el país luso ha evitado los múltiples brotes que se han producido en España desde que en la fase 3 se reabrieron estos locales —y que han terminado siendo el principal origen de los contagios—.
El primer paso hacia el desconfinamiento de las discotecas y locales de ocio nocturno en España —en la última fase de la desescalada— se concretó sin pistas de baile y con un máximo de un tercio de su aforo, según la publicación de la orden ministerial del 6 de junio. Además, se permitía abrir las terrazas con los mismos requisitos previstos en el resto de establecimientos. Actualmente, cada comunidad autónoma establece una normativa concreta para estos locales.
Las autoridades portuguesas se consideran preparadas para la reapertura de estos centros de ocio, a pesar de que en múltiples países de Europa están siendo un quebradero de cabeza. Para evitar llegar a esos extremos, Portugal plantea no se abran las pistas para bailar y que se eche el cierre a las 20 horas.
Esta tarde se espera que sea aprobada la decisión en la mesa del Consejo de Ministros, según ha avanzado el diario luso Público este jueves. De esta manera, las discotecas tendrán que funcionar en la nueva normalidad como lo hacen las cafeterías. Éstas podrán usar, entonces, el espacio exterior del que dispongan y también aprovechar la pista de baile para poner mesas. Sin embargo, el consumo no podrá ser de más que de aperitivos ligeros, como sandwiches o patatas fritas.
Las discotecas llevan cerradas en Portugal desde que se decretó su cierre a mediados de marzo en el país. Este jueves, su posible reapertura es uno de los temas más importantes a debatir por el consejo de ministros, que también se dispone a retirar el «deber general de recogimiento» en casa impuesto desde el 1 de julio en las 19 áreas de la región de Lisboa más afectadas por la Covid-19.
El ”deber de recogimiento domiciliario”
El «deber de recogimiento domiciliario» implicaba que los ciudadanos solo debían salir de casa para realizar actividades esenciales como trabajar o comprar alimentos y medicinas. Previsiblemente estas zonas pasarán a un nivel inferior de alerta, el «estado de contingencia», que está en vigor en el resto de la región de la capital.
Allí se mantendrán las restricciones horarias actuales: los establecimientos deben cerrar a las 20 horas, los supermercados a las 22 horas y se prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública. También se limitan las concentraciones a 10 personas. Mientras, el resto de país se encuentra en estado de alerta (el más bajo) solo con medidas de protección y distancia social.