Colau defiende la ayuda del Ejército frente a la ineficiencia de Torra
El Ayuntamiento de Barcelona se queja de la falta de de recursos que la Generalitat destina a la desinfección y prevención del coronavirus
El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Ada Colau, ha reclamado al gobierno de Quim Torra que active ya un plan de actuación e intervención en las residencias de ancianos públicas y privadas de la ciudad. El consistorio ha remarcado que la Unidad Militar de Emergencias ha salido a socorrer a los geriátricos, «después de no recibir respuesta por parte de la Generalitat».
El consistorio considera que los recursos humanos y materiales de la Generalitat «no son suficientes» y le pide a la conselleria de Treball, Afers Socials i Famílies más medidas para hacer frente a la amenaza del Covid-19. Según un comunicado, el gobierno municipal está recibiendo «comunicaciones que constatan la situación de abandono» y la preocupación de residentes y sus familiares.
El municipio ha recordado que pone a disposición todos sus servicios al Govern para afrontar esta situación, «que requiere de más músculo personal y material para poder atender adecuadamente la situación de emergencia que viven las residencias de ancianos«.
Alcaldes catalanes se apoyan en la UME
La UME, desplegada en Cataluña para ayudar en la crisis sanitaria que vive la región por el Covid-19, se encargan principalmente de apoyo sanitario, desinfección y control. Numerosos ayuntamientos del Área Metropolitana de Barcelona como L‘Hospitalet de Llobregat o Badalona, socialistas todos ellos, han pedido a este cuerpo militar que actúe en sus respectivas ciudades.
Barcelona cuenta con 255 residencias de la tercera edad, 15 son propiedad de la Generalitat y cuatro son municipales. La mayoría de geriátricos cuentan con plazas concertadas por la administración pública catalana. Los centros propiedad del ayuntamiento tienen desplegados varios planes de contingencia para atender en buenas condiciones, y de momento ningún usuario ha contraído el virus.
El Govern se retorció al conocer la noticia del despliegue militar en Cataluña, y acusó al Ejecutivo de Sánchez de haber tomado la decisión a las espaldas del gobierno autonómico. «Menos desinfectantes y más cerrar puertos, aeropuertos y vías férreas», lamentó el conseller de Interior, Miquel Buch.