Comín anula el mayor concurso sanitario de la legislatura
El departamento anuncia que convocará una nueva licitación antes de tres meses en el que se valorarán más la calidad que el precio
El departamento de Salud de la Generalitat ha anulado el concurso de terapias respiratorias domiciliarias, la mayor licitación de esta legislatura, con el argumento de que ha detectado diversos defectos en el pliego de condiciones. Siete meses después de abrirse las plicas, cuando ya habían contratado dos consultoras externas para revisar las ofertas económicas, la consejería de Toni Comín ha optado por suspender el concurso y volverlo a convocar con unas nuevas reglas.
Después de que se abrieran las plicas el pasado julio, las empresas que quedaron apartadas de las primeras posiciones de la clasificación provisional –liderada por la alemana Linde y la italiana Vivisol- exigieron la suspensión del concurso para evitar un conflicto judicial. Al final, más de medio año después, Comín les ha dado la razón: antes del verano convocará un nuevo concurso.
Las empresas que exigieron la anulación celebran la decisión. Un directivo de una de las licitadoras señala que al consejero no le quedaba otra opción: o volvía a convocar el concurso o le caía una lluvia de pleitos de imprevisibles consecuencias. La misma consejería admitía, en una reciente resolución firmada por David Elvira, director general del CatSalud, la «potencial conflictividad» que podía generar esta licitación.
Las empresas que lideraban las primeras posiciones –Linde, que presentó las mejores ofertas económicas, y Vivisol, que se impuso en el apartado técnico- mantienen silencio a la espera de estudiar la decisión de Salud. Fuentes de estas sociedades declinaron pronunciarse sobre la posibilidad de plantear reclamaciones por perjuicios económicos.
Empresas como Esteve, Air Liquide, Oxigen Salud y Oximesa, que prestan el servicio en la actualidad, se sentían perjudicadas. En las alegaciones presentadas, esgrimieron que sus competidores habían incurrido en supuestas bajas temerarias o en exageraciones en el apartado técnico.
El concurso ya estaba desfasado cuando se convocó
No obstante, David Elvira sostiene que han decidido convocar un nuevo concurso porque el actual, antes de adjudicarlo, ya estaba desfasado. Se convocó al final de la etapa del consejero Boi Ruiz, durante la anterior legislatura de Artur Mas, para cubrir las necesidades de 90.000 enfermos. En estos momentos, son 129.000 los pacientes que necesitan oxigenoterapia en sus domicilios. En siete años, del 2008 al 2015, se dobló el número de pacientes que necesitan estas terapias a causa del envejecimiento de la población. La actividad en oxigenoterapia aumento un 16% durante el año pasado.
Además, según exponen ahora los actuales responsables de Salud, Boi Ruiz convocó el concurso sin disponer de un estudio económico previo que «justificase racionalmente el precio de la licitación con el coste real del servicio». Eso explicaría, según Elvira, la rebaja de las tarifas, que han disminuido entre un 13% y un 67% respecto a las que se aplicaron en anteriores concursos.
El concurso tampoco se adaptaba a la directiva europea. Ni se respectó el periodo máximo de 6 años, porque la licitación era para 10 años; ni se publicó la convocatoria en el Diario Oficial de la Unión Europea. Por lo tanto, se vieron comprometidos los principios de publicidad, concurrencia e igualdad.
Prevalecerá la oferta técnica a la económica
Este debía ser el mayor concurso público del departamento de Salud de esta legislatura, con una dotación de 450 millones de euros para los próximos diez años. Cuando se vuelva a convocar, será para un máximo de seis. Además, las reglas de juego serán otras. En el concurso anulado, prevalecía el apartado económico, del que dependían 51 puntos sobre 100. En el futuro concurso, las ofertas económicas sobre decidirán 30 puntos sobre 100 para dar mayor importancia a las condiciones técnicas.
Desde las empresas del sector sanitario y desde la oposición política se advirtió a Comín que el concurso que heredó de Boi Ruiz era una chapuza. No obstante, no ha rectificado hasta un año después de llegar al cargo.