Colau tendrá el próximo lío político en el zoo de Barcelona
La alcaldesa aboga por cambiar la fauna exótica por las especies autóctonas en una instalación cada vez más degradada
No han sido fáciles los primeros meses de gobierno para Ada Colau. A una oposición que ha votado en bloque contra ella en varias ocasiones se le recuerdan enfrentamientos con hoteleros, restauradores, comerciantes y militares con la saturación turística, las terrazas y el top manta de fondo. Mientras se centra en recabar apoyos políticos para aprobar el proyecto que una las dos líneas de tranvía de Barcelona, le espera otra ‘patata caliente’ sobre la mesa: El futuro del zoológico.
El espacio está gestionado por B:SM, la empresa de servicios municipales del Ayuntamiento. «Son los mismos que explotan los aparcamientos, el Bicing y el Parque de Atracciones del Tibidabo, no tienen ni idea de animales», lamenta Aida Gascón, directora de AnimaNaturalis. «El mantenimiento es deplorable, hay una descoordinación enorme con los servicios de limpieza de Acsa Sorigué«, añaden desde el Partido Popular. «La degradación es insostenible», rematan en el Partido Socialista.
Una mesa redonda para definir su futuro
«El zoo necesita una transformación muy grande, había un plan para hacer un nuevo delfinario y unas instalaciones más modernas, pero no vemos al Ayuntamiento con actitud para hacerlo avanzar», denuncia Jesús Cabana, miembro del Comité de Empresa. Por el momento, el consistorio ha organizado una mesa de debate para abordar el devenir del recinto con asociaciones, expertos, trabajadores, vecinos y todos los grupos con representación.
Economía Digital ha intentado, sin éxito, obtener la visión de la concejal de Ecología, Janet Sanz. El Gobierno municipal sí ha hecho llegar por escrito declaraciones de la comisionada Eva Herrero. «Pensamos que el recinto puede ser mucho mejor de lo que es actualmente para el bienestar animal y la propia ciudad», augura. «Debemos trabajar en un proyecto que potencie la función pedagógica y educativa que deben tener estos lugares», finaliza.
Las asociaciones animalistas en escena
A primeros de marzo todos los representantes se reunieron por primera vez para sentar las bases del proyecto. El próximo 11 de abril se organizará una visita guiada para conocer las interioridades del espacio. Por primera vez las asociaciones dejarán de estar protestando en la puerta y tendrán poder de decisión. «Por primera vez las entidades tienen voz oficial y pueden decidir en un grupo de trabajo constructivo», celebra, agradecido, Federico Bogdanowicz, director ejecutivo del Instituto Jane Goodall.
Las organizaciones definen el modelo: «Esperamos que el futuro pase por que no se sustituyan los ejemplares que mueran o se trasladen, que haya menos especies pero en mejores instalaciones», augura Gascón. «Así lo llevaban en su programa electoral y, de momento, ya han suspendido los espectáculos de delfines», prosigue.
El debate: ¿Especies autóctonas o exóticas?
Las ONG‘s abogan por potenciar la fauna autóctona frente a la exótica. Bajo condición de anonimato, dos concejales de la oposición revelan los planes de Barcelona en Comú: «No lo dirá públicamente, pero Janet Sanz asegura que no tiene sentido tener leones o jirafas en el Zoo de Barcelona«, avisa uno. «Se preguntan si es viable tener este tipo de animales en un clima mediterráneo», añade el otro. Ciervos, jabalíes y ovejas en lugar de elefantes, chimpancés y tigres.
Trabajadores y oposición se llevan las manos a la cabeza. «En los 30 años que llevo trabajando aquí ya se han perdido suficientes variedades», lamenta Cabana. Desde el PSC expresan su apoyo a los empleados. «Es necesario tener en cuenta las propuestas de los operarios y técnicos; el Ayuntamiento les debe dar respuesta», advierte Daniel Mòdol. «Si queremos tener un zoo que sea una referencia se debe trabajar en el bienestar de los animales, pero no sólo con fauna autóctona», añade Óscar Ramírez, del PP.
La solución, como casi siempre, está en los grises. Cada 15 minutos los cazadores furtivos asesinan a un elefante, y cada 8 horas a un rinoceronte. A estas muertes se suma el tráfico ilegal de animales, destinados a circos y como mascotas particulares, del cual son incautados un buen número de ejemplares. «¿Qué vas a hacer, devolverlos a su hábitat natural así como así?», se pregunta Bogdanowicz. «Hay que tener en cuenta que el 50% de los chimpancés fueron incautados en el tráfico ilegal», advierte. «Y los elefantes vienen de circos, donde viven encadenados», prosigue.
Además de como aparador, funciona como centro de rescate. Pese a no estar en condiciones idóneas puede ser la salvación para muchos ejemplares. «Hay especies que hubieran desaparecido de no haber sido por los zoológicos», finaliza. Otra cosa ya sería fomentar la reproducción.
Los leones, por internet
Desde el consistorio se apuesta por potenciar la parte virtual de la instalación, cuentan los otros grupos. «Al final es mucho más educativo poderlos ver en su hábitat natural que dormidos en directo», avisan desde las asociaciones animalistas. Los trabajadores coinciden en que el zoo necesita modernizarse, pero ven las pantallas como una barbaridad. «Cada año viene más de un millón de personas, sabemos lo que quieren y no son estos inventos», exclama Cabana. «Al final, lo que conseguirán es que la gente prefiera verlo en Youtube y no visitarnos», sentencia.
La tecnología de eZoo sería una de las alternativas a los animales de carne y hueso. El siguiente vídeo es un prototipo de lo que se podría instalar en el recinto catalán de llevarse a cabo el proyecto. Un sistema de pantallas de 360 grados que traslade al usuario a la sabana, la selva o el oceáno. Las zebras, los orangutanes y los delfines del futuro serán en dos dimensiones.
A vueltas con el delfinario
Sin lugar a dudas, el recinto más polémico del espacio es el delfinario. La Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) ha amenazado con expulsar al zoo de Barcelona si no cumple los estándares mínimos antes de 2018. A su llegada a la dirección, Carmen Lanuza ha optado por prohibir los espectáculos de cetáceos e instalar una pasarela desde donde los visitantes puedan verlos.
¿Qué hacer entonces con los animales? O enviarlos a otros zoológicos o tratar de devolverlos a su hábitat natural. Sin embargo, la segunda opción presenta una tasa de éxito muy baja, ilustran los expertos.
La rentabilidad del futuro zoo
Tanto desde AnimaNaturalis como el Instituto Jane Goodall respaldan que los zoos deben prestar un servicio como centro de rescate, educar sobre los desafíos a los que se entrentan las poblaciones salvajes y promover el bienestar animal. Ramírez completa: «También debe ofrecer un abanico de opciones de ocio y restauración que ayuden a dinamizar la economía del barrio».
Los trabajadores, por su lado, proponen un rediseño de la instalación, con las calles más pequeñas para aumentar el espacio de las jaulas sin disminuir en número. Mòdol alerta: «Hay que actuar lo antes posible debido a los fallos de mantenimiento y las dudas sobre la continuidad de los proyectos de inversión previstos.
Son varios los centros alrededor del mundo que empiezan a virar hacia las especies autóctonas. Las ONG’s advierten que seguir la corriente no es siempre la mejor solución. «Seamos valientes, Barcelona alberga el Mobile World Congress, es un referente mundial, su zoo también puede ser un modelo a seguir, dejemos atrás lo que se ha hecho toda la vida e innovemos», anima Bogdanowicz.
En junio, el primer boceto
Según los plazos establecidos en la reunión, tras la visita del 11 de abril se entrevistará individualmente a cada uno de los actores para conocer con más detalles sus inquietudes. No será hasta junio cuando se realice un primer boceto, que verá la luz a finales de año. «El cambio que queremos hacer es de largo recorrido y la mesa de debate será un lugar de reflexión para potenciar la función pedagógica», ilustra Herrero.
Los cara a cara estarán dirigidos por la reputada bióloga Carmen Maté. Directora ejecutiva del zoo entre 2004 y 2008, está especializada en primates. Desde 2009 es la jefa de proyectos del área de Ecología Urbana.