Colau se encamina a una cuestión de confianza
El convergente Xavier Trias ya se sometió a esta fórmula en 2014 para desbloquear los presupuestos municipales
Ada Colau planea someterse a una cuestión de confianza. Después del revolcón que sufrió ayer cuando toda la oposición votó en contra del Plan de Actuación Municipal (PAM), la hoja de ruta de su gobierno, y sin apoyos para aprobar los presupuestos del próximo año, a Ada Colau no le queda más salida que convocar una moción de confianza.
Desde todos los grupos de la oposición se apunta que, si no consigue el apoyo de ERC y la CUP a los presupuestos –sería suficiente la abstención de los republicanos si los radicales votasen a favor–, Ada Colau se verá obligada a someterse a una cuestión de confianza para aprobar las cuentas. El equipo de gobierno, formado por Barcelona en Comú y el PSC, no la descarta porque consideran que la oposición será incapaz de articular una mayoría alternativa.
Si Ada Colau no supera la moción de confianza, la oposición dispondrá de un mes para presentar una moción de censura y un candidato alternativo a la alcaldía. En principio, resulta improbable que lo consiguieran porque se deberían poner de acuerdo CiU, Ciudadanos, PP y los independentistas de ERC. Si no se presenta la moción de censura, los presupuestos de 2017 se aprobarán de forma automática.
Xavier Trias ya se sometió a una moción de confianza en 2014 para aprobar los presupuestos. La oposición no consiguió articular una mayoría alternativa para echarle de la alcaldía, pero le supuso un gran desgaste político y al año siguiente perdió las elecciones.
Xavier Trias descarta aventuras para descabalgar a la alcaldesa
En declaraciones a Economía Digital, Xavier Trias avanza que CiU no está a favor de aventuras para derribar a Ada Colau y que resultan improbables nuevas mayorías porque «la aritmética es la que es». «Hasta las próximas elecciones municipales, nada de nada», apostilla el ex alcalde de Barcelona.
Ada Colau gobierna con los presupuestos prorrogados que le dejó Xavier Trias. Seguir prorrogándolos supondría limitar las inversiones previstas, algo que no se puede permitir la actual alcaldesa.
Una mínima parte de los barceloneses se interesan por la hoja de ruta de Colau
Desde el equipo de gobierno municipal se minimiza el rechazo de su hoja de ruta, el Plan de Actuación Municipal, por considerar que no afecta a la continuidad de sus actuales políticas. En este plan se contemplan algunas de las propuestas estrella de Ada Colau en materia urbanística e inmobiliaria, como el impuesto sobre viviendas vacías o las medidas para luchar contra los pisos turísticos ilegales.
Gala Pin, concejal de Participación, reprochó a la oposición que rechazaran el PAM porque se había realizado a partir de las propuestas de más de 39.000 barceloneses. Este dato significa que menos del 2,5% del 1,6 millones de habitantes de la ciudad se han interesado por la hoja de ruta del gobierno de Ada Colau.