Colau pierde a su mano derecha en el Ayuntamiento de Barcelona
Colau, que ya se quedó sin Xavier Domènech, perderá también a su hombre fuerte en el Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello
El número dos de Ada Colau no repetirá en el Ayuntamiento de Barcelona el próximo mandato. Hacía ya semanas que se hablaba de la posibilidad de que Gerardo Pisarello dejara la política municipal y él mismo lo certificó este lunes al anunciar su intención de presentarse a las elecciones europeas que se celebrarán en mayo conjuntamente con las municipales.
El primer teniente de alcalde barcelonés enmarca su decisión en la estrategia de llevar «el municipalismo transformador» que, a su juicio, encarnan los comunes a las instituciones europeas. Así lo ha argumentado en un post en Facebook que ha hecho circular también en su cuenta de Twitter.
Nos decían que no había alternativas. El municipalismo ha demostrado que se puede hacer más y mejor.
Ha llegado el momento de llevar a Europa la voz de las ciudades del cambio. Es hora de dar un paso que ayude a hacerlo realidad.
👉 https://t.co/7vzHzfXogO pic.twitter.com/2UpFtzvySg
— Gerardo Pisarello (@G_Pisarello) 24 de diciembre de 2018
Pisarello alega que el salto a Europa de los comunes servirá «para frenar a la extrema derecha, para defender derechos y libertades hoy en peligro y para poner en su sitio a grandes poderes globales que solo ven nuestras ciudades como un negocio».
Pisarello, nacido en 1970 en Tucumán (Argentina), hijo de un abogado «desaparecido» a manos de la dictadura militar en 1976 y profesor de Derecho Constitucional, fue la revelación de la campaña electoral que llevó a Colau a la alcaldía, revelándose como un habilidoso mitinero. En ese ticket, Pisarello ejercía de contrapeso teórico de la activista Colau, mujer ante todo de acción, y a la que conoció en su etapa en el Observatorio DESC, entidad en la que también coincidió con Jaume Asens, hoy también teniente de alcalde barcelonés.
Incómodo a pie de calle
Pronto se vio, sin embargo, que Pisarello se sentía menos cómodo en la gestión y el tú a tú vecinal que en el combate retórico. El primer año de gobierno acumuló quejas por no asistir a los plenos del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, un feudo nada afín a los comunes, ausencias que justificaba por el gran volumen de trabajo que debía asumir.
Con la entrada en el ejecutivo municipal del PSC, a Pisarello le aliviaron la agenda y le quitaron las responsabilidades como concejal de distrito, aunque tuvo que asumir uno de ellos, en este caso el de l’Eixample, cuando los comunes expulsaron a los socialistas del equipo de gobierno por el aval del PSOE a la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
Pisarello, encargado del área de presidencia y económica del consistorio, ha protagonizado sonoras polémicas con la oposición, que le ha acusado de forma reiterada de ningunearla, y enfrentamientos especialmente abruptos tanto con la jefe de filas de Cs en el Ayuntamiento, Carina Mejías, como con la responsable de Economía del Pdecat, Sònia Recasens.
El número dos de Colau en el consistorio anuncia que se va a Europa pocos meses después de que el hombre que se repartía el liderazgo de los comunes a nivel catalán con la alcaldesa, Xavier Domènech, dejara la política.
Domènech, de hecho, entró en política en 2015 de la mano de Colau, para la que ejerció de comisionado de memoria del Ayuntamiento, convirtiendose de paso en una pieza imprescindible en la sala de máquinas de Barcelona en Comú antes de dar el salto al Congreso. Ahora, a cinco meses de las municipales, Colau pierde otra pieza clave del que fue su primer proyecto.