CIS: Vox sigue al alza
El barómetro de diciembre del CIS otorga al partido de Santiago Abascal un 3,7% de intención de voto y mantiene al PSOE 10 puntos por encima del PP
El último barómetro mensual del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indica que Vox, la formación liderada por Santiago Abascal, aunque aún en cifras en cifras porcentualmente poco relevantes, sigue al alza. Le otorga un 3,7% de intención de voto.
El barómetro concede al PSOE la primera posición, con un 28,9% de intención de voto, casi 10 puntos por encima del PP, escogido por el 19,1% de los encuestados. El resultado del PP es idéntico al de hace un mes, pero le permite recortar en 2,3 puntos la distancia con los socialistas porque eso es lo que caen los de Sánchez.
Al PP le sigue pisando los talones, pero menos, Cs, que pasa del 18,2 de noviembre al 17,9% y toma distancia respecto de Podemos y el resto de confluencias con las que están asociados los de Pablo Iglesias, que hace un mes obtenían un 18% de intención de voto y ahora retroceden 3,1 puntos y se quedan en el 14,9%.
Es decir, si los agrupamos por bloques, el que inegran los dos grandes partidos nacionales de izquierdas retroceden en conjunto 5,4 puntos y suman el 46,% en intención de voto, mientras que el bloque de centroderecho que integrarían PP y Cs se mantiene estable salvo por esas tres décimas perdidas por los de Albert Rivera y se sitúa en el 37%. Todo se aprieta, y más con la irrupción de Vox, que el CIS detecta que tras su éxito en las andaluzas sigue creciendo, de momento, si hacemos caso de las tendencias que señala el organismo que precide José Félix Tezanos, sin suponerle una merma a los populares.
Vox, lento pero seguro
Vox, creado en 2014, no aparecía ni en el barómetro de enero ni en el de abril del año pasado. Sí lo hizo ya en el de julio, pero apenas con un ínfimo 0,5% de intención directa de voto sobre el total del censo.
En septiembre, el CIS aplicó por primera vez los polémicos criterios introducidos por Tezanos. En esa encuenta, la formación ultraderechista obtuvo un 0,9% en intención de voto que se convertía en un 1,6% una vez hecha la conversión sobre voto emitido, que es el dato que contaría en unas elecciones. Efectuar esa conversión a una estimación electoral es lo que en la jerga demoscópica se llama «cocinar» la encuesta, una operación que Texanos simplificó al máximo limitándose a a tener en cuenta, además de los resultados en bruto, la simpatía mostrada por los encuestados respecto de unos y otros.
El pasado octubre, los resultados de Vox fueron del 1% en intención directa de voto y del 1,3% una vez cocinados los datos. Y, en noviembre, del 1,7 y el 2,5%, respecticamente. Ahora, el porcentaje de voto directo sobre el total del censo es del 2,7 y el ya recalculado, que es el que cuenta, del 3,7%.