Los responsables de la Generalitat reconocen sin tapujos que será necesario dar “un paso atrás” en el plan previsto para las Navidades ante el aumento de los contagios por coronavirus.
Cataluña alcanzó este miércoles una tasa de reproducción de 1,22, cuando el martes era de 1,11. O sea, que cada positivo contagia a más de una persona con lo que aumenta el número de casos. El riesgo de rebrote, que mide el índice de crecimiento potencial de la epidemia, también subió hasta los 245 puntos desde los 219 del martes.
La cifra de fallecidos se disparó, con 62 notificados en las últimas 24 horas, 23 más que martes, lo que eleva el total desde el inicio de la pandemia a 16.494 personas tan solo en Cataluña.
Estos datos confirman el cambio de tendencia al alza que se registra en Cataluña desde el lunes y obliga al gobierno de la Generalitat a revisar el plan previsto para Navidad.
Ahora está en peligro la anunciada movilidad libre del 24 al 26 de diciembre y del 1 de enero, aunque el ejecutivo catalán aún no ha concretado las medidas que aplicará.
Cataluña prepara un “paso atrás” en el plan de Navidad
De momento, el consejero de Educación, Josep Bargalló, ha aplazado la vuelta de vacaciones en los centros escolares hasta el 11 de enero.
Pero, ¿Dónde ha fallado Cataluña?, ¿Cómo se explica el actual aumento de contagios y defunciones?. Hay cinco grandes razones por las que en Cataluña se ha descontrolado la pandemia.
RASTREOS DEFICIENTES Y FALTA DE TEST / La Consejería de salud puso en marcha un doble sistema de rastreo de los contactos de los positivos por covid-19: por una parte, personal de la atención primaria se encarga de una parte de los casos y, por otra, se firmó un contrato millonario con Ferrovial para que asumiera el grueso de esta tarea. Precisamente, la labor de estos últimos ha estado en duda desde el primer día.
El coordinador de la unidad de seguimiento de la covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, aseguró la semana pasada que el sistema de rastreo contaba, por fin, con suficientes medios para hacer frente al aumento de casos.
Los sindicatos sanitarios rechazan las declaraciones de Medioroz. Aseguran que están desbordados porque no cuentan con suficientes rastreadores. Aseguran que, a duras penas, pueden hacer un seguimiento telefónico de los positivos que guardan cuarentena en sus domicilios.
Las declaraciones de Medioroz también ponen en evidencia que, al menos hasta la semana pasada, el sistema de rastreo falló por falta de efectivos.
A los rastreos deficientes se suma la falta de test de detección de coronavirus. Los diversos consejeros de la Generalitat anuncian test en sectores (como la educación, pero para después de Navidades) o en territorios (los más afectados) pero resultan insuficientes.
COLAPSO EN LA ATENCIÓN PRIMARIA / Los médicos catalanes de atención primaria están al límite. Deben afrontar a diario una maratón de un centenar consultas telefónicas además de resolver múltiples incidencias, trámites burocráticos e, incluso, visitas a pacientes que requieren atención presencial. Advierten que están “desatendiendo” a los pacientes de otras dolencias distintas del covid-19.
Pero también advierten que no pueden hacer un seguimiento de los enfermos por coronavirus. La gran mayoría recibe atención médica telefónica, solo cuando es factible.
RETRASO EN LOS CONFINAMIENTOS / Los expertos discrepan sobre los confinamientos, no sobre su idoneidad, sino sobre las fechas y horarios en los que se han aplicado.
En el caso catalán, se han puesto en duda de que los confinamientos municipales se circunscriban solo a los fines de semana, lo que permite salir perfectamente de Barcelona si se programa la marcha con un poco de antelación.
PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN / Una semana después del puente festivo, cuando se fcilitó la movilidad y la interacción social, se han disparado los casos positivos. La actual situación tiene mucho que ver con la reducción de restricciones por la Purísima. Esta situación probablemente forzará un endurecimiento de las condiciones durante los próximos festejos navideños.
CAOS EN LAS RESIDENCIAS/ La residencia más crítica sigue siendo La Fiella de Tremp (Lleida), donde tres personas más han perdido la vida este miércoles a causa del brote de covid-19, con lo que ya son 58 las defunciones en este centro. La fiscalía de Lleida ha abierto diligencias.
Las autoridades sanitarias teman que se reproduzcan focos en las residencias catalanas en las próximas semanas.