Los CDR impiden la huelga contra la inmersión lingüística en Sant Jaume
La asociación "Hablemos Español" decide trasladar su manifestación a otra plaza en virtud de la irreverencia de los CDR
La orden de Miquel Buch de no desalojar la acampada independentista que ocupa la plaza de Sant Jaume desde la etapa final de la Diada, así como la determinación de los Comités de Defensa de la República (CDR) por impedir una protesta contra la inmersión lingüística en Cataluña, han desencadenado en otra serie de desencuentros e inconvenientes en Barcelona.
Los CDR convocaron una manifestación bajo el lema «La escuela en catalán ahora y siempre» en la Sant Jaume, donde al mismo tiempo estaba programada una concentración del grupo «Hablemos Español» contra la «imposición lingüística y el adoctrinamiento». Como combustión espontánea, en la explanada se levantó el reinado del desconcierto al toparse ambas manifestaciones con la acampada independentista.
El separatismo se impuso. Los CDR impidieron que se celebrara la manifestación en defensa del castellano en Cataluña, que se esperaba que concluyera con parlamentos y la lectura de un manifiesto. Con casi tres cuartas partes de la plaza ocupadas por los independentistas, a los organizadores de la concentración contra la inmersión lingüística no les quedó otra solución que desmontar el escenario donde iban a pronunciar sus parlamentos.
Primero retiraron el sistema de megafonía, en virtud de que había sido ya tomado por los CDR, que subieron al escenario para gritar consignas en demanda de la puesta en libertad de los políticos presos catalanes. Después decidieron trasladar el escenario a otra plaza, no sin antes lamentar que el que estaba previsto en Sant Jaume ya les había costado 2.600 euros, según manifestaron a Efe.
El jaleo de los CDR confina a los defensores del castellano
El cruce de gritos y consignas no se hizo esperar. Enfundadas con banderas españolas y de Tabarnia, las personas de la manifestación cesada vociferaron mensajes como «queremos vivir también en español» y «no a la imposición, sí a la elección», mientras los independentistas respondieron cual batalla de rap con sus ya conocidos enunciados en favor de la «república» y la «libertad».
El Pdecat, que ya se había sumado a la acampada independentista que se mantiene en la plaza desde el 11 de septiembre y que amenaza con permanecer en la zona hasta que se declare la república independiente de Cataluña, también mostró su apoyo a la manifestación de los CDR. Sus diputados de JpC, Aurora Madaula y Francesc de Dalmases, secundaron también la «defensa de la escuela catalana».
«Hemos llamado por las redes sociales a que la gente viniera con un libro en catalán, para defender la lengua y la cultura catalana y las instituciones», afirmó Madaula. Agregó que el acto de «Hablamos Español» es una «provocación» y que, en cambio, el de los CDR es «un cordón sanitario contra el fascismo», para que éste vea que «son pocos» y que «estamos en el lado bueno de la historia».
Por su parte, la plataforma «Acampada per la Llibertad» informó el fin de semana de que los mossos le habían solicitado retirarse de la plaza, por lo que optó por la «desobediencia». La consejería de Interior, dirigida por Buch, desmintió estas declaraciones y afirmó que «no se prevé desalojar el domingo la acampada de la plaza de Sant Jaume».