Las claves para derrotar al independentismo en las urnas
Carles Castro apunta en “Cómo derrotar al independentismo en las urnas”, de ED Libros, que su mayoría parlamentaria depende solo de 32.000 votos
La derrota electoral del independentismo en Cataluña no se producirá por una movilización récord de sus rivales sino por la desmovilización de los partidarios de la hipotética república catalana. Eso asegura Carles Castro, periodista especializado en análisis electorales, que esta semana presenta Cómo derrotar al independentismo en las urnas, editado por ED Libros.
Castro, que realizó este lunes su primer acto de presentación de su último libro en el hotel Balmoral de Barcelona, comentó, con ironía, que su obra es más «un libro de autoayuda” para comprender el comportamiento electoral que no un “manual de instrucciones” sobre cómo derrotar el independentismo.
En todo caso, ¿es posible vencer a ERC, Junts per Catalunya y CUP en las elecciones catalanas? “Sí, es posible”, responde el autor con contundencia. Recuerda, en este punto, que la derrota del nacionalismo en las urnas ya se produjo en las elecciones catalanas de 1999, cuando el socialista Pasqual Maragall se impuso en número de votos a Jordi Pujol, aunque no en escaños.
La frágil mayoría soberanista
El libro de Carles Castro, único en su especie, ofrece datos prácticamente desconocidos que desmontan por completo la teoría del soberanismo invencible. Una muestra: en las elecciones catalanas de diciembre de 2017, hubiera bastado un cambio de bando de 32.000 electores para dejar sin mayoría absoluta al independentismo.
Precisando más, el cambio de voto de 3.500 electores en la circunscripción de Lleida (sobre un total 155.000) habría significado un escaño menos para el bloque soberanista; 8.000 votos en Tarragona (sobre 300.0000) habrían movido un segundo escaño; y 20.000 en Barcelona (sobre 1,5 millones) habría significado el tercer escaño y la pérdida de la mayoría absoluta. “Mire si es frágil esta mayoría independentista”, recalca el autor.
Según sus cálculos, “el listón” de la mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña se sitúa en el 45% de los votos. En la actualidad, los partidos independentistas ostentan el 47,5%, es decir, solo 2,5% puntos más. “No estamos a una distancia abismal”, recalca.
Su conclusión es que el independentismo no es bloque monolítico, sino que registra trasvases de votos. E indica que hay 350.000 votantes de Junts per Catalunya y ERC que apuestan por mantener Cataluña dentro del Estado autonómico con más competencias y una mejor fiscalidad. Es decir, que su prioridad no es la ruptura con el resto de España.
De los “desertores” del independentismo, que votaron esta vez a otras opciones, al menos 300.000 se decantaron por formaciones de izquierda.
En busca de un candidato
En referencia al PP y Ciudadanos, a quienes Castro encuadra en «el bando inmovilista”, también sostiene que es frágil. En las elecciones de 2019, este bloque obtuvo en Cataluña medio millón de votos menos que en 2017. Sorprendentemente, la violencia callejera que sufrió Barcelona tras la sentencia del procés no se tradujo en ningún rédito electoral, ya que muchos se quedaron en casa y otros cambiaron de marca.
Ante estos datos, Castro argumenta que, para derrotar al independentismo, hace falta un candidato competitivo como lo fue Pasqual Maragall en 1999. Y también, a su entender, un nuevo proyecto que apueste por una refundación del autogobierno. Visualiza una tercera vía integrada por un centro izquierda federalista y un centro catalanista homologable a lo que es en la actualidad el Partido Nacionalista Vasco.
Fèlix Riera, director de ED Libros, subrayó que el libro de Castro rompe con el “determinismo político” que lleva a pensar que en Cataluña solo hay una vía política hegemónica que es el independentismo. “Depende de cómo se tiren los dados”, dice, pueden salir otras alternativas.
Un libro con expectación política
Entre los asistentes a la presentación del libro se encontraban diversos políticos en activo como Ramon Espadaler (Units per Avançar), Assumpta Escarp (PSC), Albert Batlle (Units per Avançar), así como los veteranos Anna Balletbó (PSC) o Lluís Rabell (Catalunya sí que es Pot) e, incluso, figuras emergentes como Astrid Barrio (Lliga Democràtica).
Carles Castro, analista electoral del diario La Vanguardia, también ha publicado en ED Libros El poder catalán en su laberinto, donde el autor analiza el fin del oasis catalán. «Madrid ha empujado un radicalismo suicida», concluyó Castro sobre la evolución política en Cataluña.