Campa defiende que Bankia ayudó a rebajar la prima de riesgo
El número 2 de Economía con Zapatero reconoce excesos de la banca
El exsecretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha defendido a capa y espada la salida a bolsa de Bankia. Campa cree que se trataba de un “proyecto atractivo” para el inversor y ha destacado que la OPV contribuyó a reducir la prima de riesgo española.
«No hay que minusvalorar el impacto de la salida a bolsa de Bankia», ha sentenciado Campa en su turno de réplica en la Comisión de Economía en el Congreso. El número dos de Elena Salgado ha asegurado que la entidad ahora nacionalizada ya tenía «necesidades» de capital «importantes» tras el decreto de febrero de 2011.
En poco más de un año, Bankia ha sufrido una caída superior al 80%.
En defensa del Frob
Pero no se ha quedado solo en eso el exsecretario de Estado de Economía. Campa ha reconocido que antes y después de la crisis se han cometido «errores y excesos» por parte de los actores del sector financiero. Para la ex mano derecha de Salgado, es necesario que se limiten esos excesos y para ello ha exigido una serie de “responsabilidades concretas” en los protagonizados hasta ahora.
Campa ha destacado que la dirección de la reestructuración financiera es y era la correcta. Campa ha defendido el sistema de supervisión del Frob y ha limitado el problema financiero hasta la pasada primavera a “actuaciones específicas y no a un problema sistémico”.
Duras críticas
Estas declaraciones de Campa han despertado el interés de los diputados de la Comisión de Economía que han atacado al exsecretario de Estado por no haber creado el banco malo y por la comercialización de preferentes.
De este modo, el socialista Antonio Hurtado inquirió a Campa la no creación de un banco malo que ahora va a sacar el Gobierno del PP con la ayuda de Bruselas. Sánchez Llibre (CiU) resaltó el bloqueo de las preferentes, mientras que el popular Martínez Pujalte criticó que el anterior Ejecutivo pensara que Bankia y las entidades nacionalizadas “eran una maravilla”.
Campa se defendió con ironía. “Un banco malo es una transferencia directa de recursos públicos a agentes privados. Aunque a lo mejor deberíamos llamarlo banco bueno, porque todo el mundo está a favor”, afirmó.