Burbujas sociales: ¿con cuánta gente te puedes reunir en cada país?
Países como Nueva Zelanda o Bélgica experimentan con la limitación de relaciones sociales dentro de un mismo grupo para contener la pandemia
Los gobiernos de Nueva Zelanda, Bélgica y de algunas provincias de Canadá recomiendan a sus ciudadanos una “burbuja social” para encarar la desescalada con más seguridad. Pero, ¿en qué consiste esta burbuja social, que incluso se está planteando el gobierno de Boris Johnson? Es muy sencillo: limitar las relaciones sociales a un mismo grupo de personas, que necesariamente será reducido. Y la experiencia demuestra que funciona.
Las burbujas sociales están generando un gran debate en todo el mundo. Y en algunos países una gran polémica por las limitaciones de estos grupos. Sus miembros siempre serán los mismos. Uno no se puede pasar de un grupo a otro.
La prensa belga recoge el testimonio de muchísimas familias a las que la elección de familiares o amigos para conformar el grupo les ha generado problemas: deben elegir un máximo de cuatro personas con las que se relacionarán mientras dure la desescalada, con las que cenarán, conversarán o jugarán a cartas.
Grupos de cuatro personas
Será el único grupo con el que podrán mantener relaciones sociales en muchos días. El problema es que no podrán añadir a nadie más ni cambiar de grupo para evitar la proliferación de contagios. Por lo tanto, deben dejar fuera de su círculo de contactos a personas con las que deseen estar por que no pueden ser más de cuatro.
No solo las autoridades sanitarias defienden estas formas de contener la propagación del virus, sino también los sociólogos. Uno de los grandes teóricos, Per Block, sociólogo de la Universidad de Oxford, aseguró en declaraciones a Euronews que, si todos interactuamos dentro de un pequeño grupo de personas, podemos evitar la expansión del virus. También apostó por restringir las interacciones en el ámbito geográfico, limitándolas a dos manzanas alrededor del hogar, para crear más “barreras” al virus.
En España, durante la fase 1 de la desescalada, el ministro Salvador Illa indicó que está prohibido mantener encuentros con grupos de más de 10 personas. En realidad, el decreto del 9 de mayo no es tan concreto porque este límite está escrito en condicional: “los grupos deberían ser de un máximo de diez personas, excepto en el caso de personas convivientes” en el mismo domicilio. Las propuestas de “burbujas sociales” son más limitativas que lo que contempla la fase 1 de la desescalada española. Algunos ejemplos:
BÉLGICA / Cada familia belga puede invitar a un máximo de cuatro personas a su casa. Por ejemplo, unos padres con dos hijos pueden invitar a otro grupo de cuatro, que no podrán cambiar ni alternar con otros grupos durante la desescalada. Eso significa que deberán decidir si eligen a otros familiares o bien a amigos, pero, ¿a amigos de quién, del padre, la madre, del hijo, de la hija?. Así no se puede contentar a todo el mundo.
Dos grupos de cuatro personas forman lo que en Bélgica llaman una «burbuja corona». No se permite la entrada de nadie más en este círculo social.
La primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmès, anunció este peculiar plan después de que se la acusase de priorizar la economía sobre los deseos de las personas de reunirse con amigos y familiares. «La separación física de aquellos a quienes amamos en algunos casos se ha vuelto insoportable», indicó Wilmès.
El gobierno belga recomienda a los miembros de estas burbujas que se mantengan a 1,5 metros de distancia unos de otros y sugiere que se reúnan en jardines o terrazas si es posible.
En Bélgica se limitó el número de la burbuja a cuatro miembros porque corresponde a la capacidad que tienen en la actualidad sus servicios sanitarios para hacer un seguimiento de los contactos en caso de confirmarse un contagio.
ALEMANIA / Desde hace semanas, en Alemania se permite que los miembros de dos familias se reúnan en el domicilio de una de ellas. Sin embargo, no se establecen las limitaciones o concreciones de Bélgica.
NUEVA ZELANDA / Este país simboliza el éxito en la contención de la pandemia. Consiguió acabar con los contagios y, en parte, fue gracias a las burbujas sociales. Cuando se ordenó el confinamiento en marzo pasado, la primera ministra, Jacinda Arden, pidió a los ciudadanos que establecieran una burbuja social y la mantuvieran durante semanas. Poco a poco, a medida que remitía el número de contagios, los neozelandeses relajaron estas burbujas con la entrada de familiares o personas próximas, pero siempre a nivel local.
CANADÁ / Algunas provincias canadienses como Terranova aplican los que denominan «burbujas dobles»: dos familias pueden establecer contacto e interactuar entre sí durante el confinamiento. No podrán mantener esta relación con otros núcleos familiares o permitir la entrada de otros miembros. Elegir con quién «burbujear» causó muchísimas discusiones.
GRAN BRETAÑA / El portavoz oficial de Boris Johnson confirmó estaban abiertos a aplicar las «burbujas sociales». El paso del primer ministro británico por el hospital le ha hecho recapacitar porque, de despreciar al covid-19, de retrasar el confinamiento, ha pasado a aplicar duras medidas de contención y a estudiar todas las alternativas.
Según la propuesta en estudio, a las personas se les permitiría combinar su casa con una o dos más, hasta un máximo de 10 personas. Probablemente, los más vulnerables, como los mayores de 70 años y los que tengan afectaciones de salud, deberán seguir aislados.
En declaraciones a The Guardian, Jeremy Hunt, alto cargo del sistema de salud británico, indicó que la clave sobre el éxito de Corea del Sur y Taiwán es que “tanto una estrategia de cuarentena como una estrategia de búsqueda de contactos, con el objeto de sacar de circulación a cualquiera que tenga Covid o que pueda tener Covid».
El gobierno británico se prepara para la fase de «prueba, seguimiento y aislamiento» para tener bajo control la pandemia.