Bronca con Vox en el examen a Delgado como fiscal general
Dolores Delgado aseguró que haber sido ministra es una “fortaleza” para asumir la Fiscalía General del Estado
La comparecencia de este jueves de la exministra Dolores Delgado en la comisión de justicia del Congreso de los Diputados deparó momentos de tensión. El diputado Javier Ortega Smith, de Vox, tomó la palabra, sin autorización de la presidenta de la comisión, para atacar a una diputada de Bildu, Isabel Pozueta. Este incidente acabó en bronca.
En su turno de palabra, Pozueta se refirió a supuestas torturas efectuadas por policías nacionales y guardias civiles que nunca investigó la Audiencia Nacional, de la que Delgado fue fiscal. En ese momento, Ortega Smith tomó la palabra, sin ser su turno ni pedir autorización, para cargar contra Pozueta. Calificó sus palabras de “intolerables” por las “ofensas” lanzadas contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
La presidenta de la comisión reprochó a Ortega Smith que cortara la intervención de una diputada. Los representantes del grupo socialista dieron golpes sobre la mesa para mostrar su apoyo a la presidenta, mientras Ortega Smith insistía en sus ataques.
Último trámite para ser fiscal general
Esta situación se produjo en plena comparecencia de Delgado, último trámite para ser nombrada fiscal general del Estado. Delgado se autopresentó como «servidora pública» y «fiscal de trinchera». Argumentó que el hecho de haber sido ministra de Justicia la avala para asumir la Fiscalía General -es una “fortaleza”, preciso- y garantizó “autonomía” respecto al gobierno de Pedro Sánchez.
Insistió en que diseño del sistema judicial preserva «la autonomía, la imparcialidad y la independencia» de los fiscales». Añadió que los diversos grupos parlamentarios deben valorar su idoneidad como servidora pública. Los fiscales son, reiteró, «autónomos frente al poder ejecutivo y responsables ante la sociedad» y ante la jerarquía interna.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, calificó el nombramiento de una exministra como fiscal general del Estado de “anomalía democrática”. Afirmó que era imposible que actuara con imparcialidad. Bal fue apartado como representante de la Abogacía del Estado en el juicio del procés por apostar por el delito de rebelión en vez de sedición.
En su discurso, Delgado prometió que el Congreso dedicará más recursos a frenar los discursos de odio y discriminación y a combatir la «estigmatización» de los menores extranjeros no acompañados: «Son, ante todo, niños y niñas que deben ser protegidos».
Destacó la necesidad de luchar contra las «nuevas amenazas que surgen de la extensión de discursos basados en el odio y la discriminación», a raíz del resurgimiento de «movimientos antidemocráticos» que «desprecian e ignoran los más elementales derechos fundamentales».