Barcelona reduce el aforo de sus playas
El ayuntamiento quiere evitar que se vuelvan a vivir imágenes de colapso en las costas de la Ciudad Condal que obliguen a desalojos forzosos
Barcelona ha decidido endurecer los aforos de sus diez playas un 15% –de capacidad para 38.000 personas hasta las 32.000–. El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloni Badia, ha anunciado la decisión que ha tomado el consistorio barcelonés de forma coordinada con el resto de municipios metropolitanos con playa, pese a que cada uno seguirá un sistema en el acceso de playas para contener el contagio.
El concejal ha explicado que todos los ayuntamientos metropolitanos han tomado las medidas tras las restricciones impuestas por la Generalitat ante el rebrote de casos en la zona. El consistorio ha defendido la negativa a cerrar las playas para «evitar el éxodo a otros municipios y que podría propagar el virus», y ha apostado por controlar aforos y garantizar distancias.
Badia ha defendido que pese a los cierres que se han tenido que producir estas semanas por exceso de aforo en algunas playas, no ha sido algo generalizado ni se ha dado este fenómeno en todas ellas. Además, tampoco se ha estimado el aforo de 38.000 personas. por lo que la reducción a 32.000 no conllevará «una generación de colas elevada».
El ayuntamiento de Barcelona pide a la ciudadanía que sea responsable y que vaya a las playas en momentos con ocupación baja para evitar aglomeraciones. El concejal ha defendido que hay que evitar la sobreocupación de los espacios: «Recomendaría no ir a la playa el viernes y el fin de semana de cuatro a ocho de la tarde».
«Llega tarde»
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya lanzó una dura reprimenda contra Torra ante las medidas de contención del Ejecutivo autonómico ante el duro rebrote de coronavirus que vive el área metropolitana. La primera edil de la capital catalana emplazó al Ejecutivo de Quim Torra a no dar por perdida la batalla, pese a que hace días solo pedía «un pequeño paso atrás»: «No tiren la toalla».
Colau no dudó en al deficiente sistema de detección de casos que ha diseñado la consellería de Salud tras constatarse que «el sistema de rastreo no estaba bien musculado» y de los «problemas serios» que se habían detectado para «realizar la actividad». «El Govern ha llegado tarde a Lleida y ha llegado tarde al área metropolitana de Barcelona. No tendríamos que haber llegado a esta sitaución», ha lamentado.
La primer edil ha pedido «responsabilidad» a la ciudadanía y ha recomendado seguir las indicaciones a la Generalitat, pese a que estas no tengan carácter imperativo. Por su parte, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha ofrecido la «lealtad y cooperación institucional, así como todos los recursos disponibles del ayuntamiento para gobernar este nuevo episodio».