Barcelona se juega la credibilidad internacional contra 18 ciudades
Barcelona oficializa su candidatura para acoger una de las dos instituciones europeas que saldrán de Londres por el brexit
Tras meses de preparativos y, quizá en el momento más tenso del desafío separatista, Barcelona oficializa su candidatura para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA). La capital catalana competirá con otras 18 ciudades europeas en esta carrera. Entre ellas, urbes de la importancia de Ámsterdam, Bruselas o Milán.
Una de estas candidatas tomará el relevo de Londres, que perderá esta sede a causa del brexit. La credibilidad internacional de Barcelona y el peso de España ante sus aliados más próximos están, por tanto, a prueba.
El consejo de la Unión Europea (UE) ha hecho público este martes el listado de ciudades que optan tanto a la EMA como a la sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). El gobierno español no ha presentado ninguna candidata para esta entidad, a la que aspiran ocho ciudades del continente.
Así, el consejo comunitario ha recibido un total de 27 candidaturas, relativas a 23 ciudades –Dublín y Varsovia son candidatas a ambas instituciones, aunque sólo podrán acoger finalmente una de ellas, en caso de ser elegidas.
Los rivales de Barcelona para la EMA son los siguientes: Ámsterdam, Atenas, Bonn, Bratislava, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Dublín, Helsinki, Lille, Milán, Oporto, Sofía, Estocolmo, Malta, Viena, Varsovia y Zagreb.
EMA: cuenta con 890 trabajadores, aunque recibe a 35.000 expertos anuales
Esta agencia es la máxima responsable comunitaria para controlar la seguridad de los fármacos que entrar en el mercado común. Así como para conceder las autorizaciones pertinentes y poder comercializarlos. Según los datos aportados por Bruselas, en la EMA trabajan 890 profesionales, aunque a lo largo del año recibe la visita de unos 35.000 expertos de la industria.
Como futura sede de la EBA se postulan Fráncfort y París, dos ciudades que ya cuentan con otras agencias de supervisión del sector financiero, así como Luxemburgo, Dublín, Praga, Viena y Varsovia.
La EBA, que solo tiene 159 empleados, se ocupa de diseñar reglas homogéneas para supervisar la banca europea y es la responsable de efectuar las pruebas de estrés a las entidades, elemento clave de la vigilancia al sector.