Baltasar Garzón ataca a Marchena por el juicio al ‘procés’
El ex juez de la Audiencia Nacional critica que Marchena "quizá está interactuando demasiado" para restringir la temática de los interrogatorios
El ex juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, plantea que cualquier cosa que pueda servir de base al argumento de que ha habido limitaciones en el ejercicio del derecho de defensa de los acusados en el juicio al «procés» puede ser «problemático», poniendo en cuestión la estrategia de Manuel Marchena.
El presidente del tribunal que juzga a los líderes separatistas en el Supremo «quizá está interactuando demasiado tratando de reconducir a unos límites» las declaraciones de los testigos, que «en algunos casos no serían exactamente los adecuados», dijo Garzón en una entrevista de Europa Press.
En no pocas ocasiones, Marchena ha optado por restringir la temática de los interrogatorios de los testigos a la cuestión planteada por la parte que ha propuesto su comparecencia. Ejemplo de ello fue el testimonio del presidente del Parlament, Roger Torrent, que tuvo que limitarse a sus funciones parlamentarias.
«Limitar las declaraciones de los testigos o la posibilidad de que las defensas los interroguen una vez que un testigo, sea cualquiera la parte que lo propuso, ya forma parte del acervo procesal, no creo que sea una buena medida, sobre todo de cara a ulteriores reclamaciones o recursos», comentó el ex magistrado.
Garzón avisa a Marchena: la UE se pronunciará sobre el juicio al «procés»
Para Garzón, los límites que ha puesto Marchena pueden no ser «exactamente los adecuados» porque «todo lo que sea dar pábulo a que ha habido limitaciones en el ejercicio del derecho de defensa puede ser problemático». Lo dice pensando en los recursos que pueda presentar la defensa después del juicio.
Pero el ex magistrado también argumenta su ataque a Marchena con su parecer de que «la judicialización del ‘procés’ ha sido un error y no tenía por qué haberse producido». Esto «no quiere decir que no haya hechos delictivos que perseguir», matiza, pero a su juicio los de rebelión y sedición no se dieron.
«La torpeza política de algunos y el cinismo de otros ha producido esta situación y judicializarlo fue desde mi punto de vista, el peor error que se produjo», agregó. «Las interpretaciones jurídicas que se están haciendo sobre la violencia va a ser muy difícil que se consoliden. Cuando una cosa cuesta tanto trabajo explicarla y comprenderla sin entrañas, es que no está bien».
Y avisa a Marchena y a los miembros del Tribunal Supremo que «el Parlamento Europeo se va a pronunciar, las instituciones europeas se tienen que pronunciar, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea probablemente también va a tener que pronunciarse y el Tribunal de Estrasburgo seguro que también».
«Hemos generalizado un problema que nunca debería haber trascendido las fronteras españolas», concluyó.