Así funciona el régimen presidencialista que regula TV3
El presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña, Roger Loppacher, ha impuesto en 28 ocasiones su voto de calidad para decantar resoluciones
El aval del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) al uso de una camiseta con el rostro de Carles Puigdemont por parte de la presentadora del programa de TV3 Preguntes freqüents, Laura Rosel, y el visto bueno a las bromas de que fue objeto José Montilla tras ser entrevistado en el mismo espacio, han sido posibles gracias al voto de calidad del presidente del consejo, Roger Loppacher, que ha convertido esa forma de desempatar en norma.
El informe sobre el programa se aprobó con los votos a favor de tres de los seis integrantes del CAC y el rechazo de los otros tres, que han emitido votos particulares. Y el empate se rompió gracias a la prerrogativa del presidente, como tantas otras veces en los últimos años. Desde que en 2012 cambió la ley que regula el consejo —y con ella la configuración del mismo— y Loppacher accedió al cargo impulsado por CiU, ya van 28 resoluciones decantadas por el rodillo impuesto por el presidente en caso de empate, según el recuento efectuado por Economía Digital.
El CAC, de 10 a seis miembros
Hasta esa reforma legislativa, el ente regulador de los medios en Cataluña estaba integrado por 10 miembros, nueve de ellos escogidos por al menos tres grupos parlamentarios, y el último, el presidente, por el gobierno de la Generalitat. Ahora son seis, todos ellos nombrados por el Parlament, avalados por al menos dos grupos y dos tercios de la cámara.
Antes de esos cambios, no se producían empates, y la emisión de votos particulares era una rareza. Después, tanto lo uno como lo otro se ha convertido en la norma. Un fenómeno que se explica por la polarización política y la tensión marcada por el proceso independentista, que cogió velocidad de crucero precisamente a partir de aquel 2012, y por el alto grado de politización del ente, que fue a más con la reforma.
Del pactismo al presidencialismo
Aunque fuentes conocedoras de la situación añaden aún otro factor: el carácter “presidencialista” de Loppacher, que contrastan con la actitud mucho más pactista que caracterizaba a sus dos antecesores inmediatos. “Ramon Font quería acabar siempre bien con todos, y Josep Maria Carbonell era un negociador nato”, apuntan las mismas fuentes. Carbonell presidió el CAC entre 2004 y 2009, y Font, de 2009 a 2012.
Loppacher, que venía de ser vicepresidente de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación (CCMA), antes había encadenado altos cargos en los gobiernos de Jordi Pujol, con quien llegó a director general de los departamentos de Interior y Gobernación. Llegó al CAC aupado por CiU y el PP, los dos partidos que pactaron la reforma del consejo. Ese acuerdo también supuso la entrada al ente del exdiputado y expresidente del PP de Cataluña Daniel Sirera.
Alsius, que ejerce de vicepresidente, es el único periodista de profesión en el seno del CAC
Los otros cuatro integrantes actuales del consejo son Salvador Alsius, que ejerce de vicepresidente y es el único periodista de profesión; la exdirectora de Política Lingüística Yvonne Griley; la abogada y exsenadora de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) Eva Parera, y la exconsellera de Bienestar y Família en época de Pasqual Maragall, Carme Figueras, que también fue diputada socialista en el Parlament y el Congreso.
Los tres primeros accedieron al cargo a propuesta de CiU y ERC, y Figueras, la única que llegó al CAC antes de la reforma (fue nombrada en 2010), lo hizo impulsada por el PSC y con el apoyo de sus entonces socios de gobierno de ICV y ERC.
La Diada de 2012, primer choque CiU-PP
A finales de 2012, la relación entre CiU y PP se degradó repentinamente, así que el primer encontronazo entre ambos el seno del organismo regulador no tardó en llegar, a vueltas con un informe sobre la cobertura que TV3 dedicó a la manifestación de la Diada, la primera de la cadena de concentraciones anuales masivas organizadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Aquel fue también el primer empate roto por la prerrogativa de Loppacher de usar su voto Premium.
Desde entonces, los desencuentros zanjados con su voto de calidad se han multiplicado, la gran mayoría en torno a cuestiones relacionadas con el pluralismo y la neutralidad de los medios públicos catalanes a la hora de dar cuenta del proceso independentista.
El gran choque de 2013 también giró en torno a la cobertura que le dio TV3 a la concentración del 11 de septiembre
El gran choque de 2013, de nuevo resuelto por la misma vía presidencialista, también giró en torno a la cobertura que le dio TV3 a la concentración del 11 de septiembre de ese año, la llamada Vía Catalana. Concretamente, a un vídeo dirigido sobre la misma que fue emitido en el informativo infantil Info-K. En esos primeros encontronazos, en el CAC había tres consejeros promovidos por CiU, dos por el PSC y uno por el PP.
La socialista Elisenda Malaret fue sustituida en 2014 por Parera, que entró también a propuesta de CiU poco antes de que Convergència rompiera con Unió, el partido en el que militaba la abogada, y se lanzara abiertamente en pos de la independencia. Así que el cambio de alineación no modificó los equilibrios respecto de los asuntos relacionados con la cobertura del procés.
Avales a TV3 y Catalunya Ràdio
La cesión de frecuencias de las frecuencias de TDT del Canal Català a la editora del diario El Punt Avui; la cobertura que la radio y la televisión públicas de la Generalitat dedicaron a las elecciones catalanas de 2015 y las generales de 2016; la conducción que Mònica Terribas hizo de un debate electoral emitido por Catalunya Ràdio y TV3; la entrevista en la televisión catalana al ex de Terra Lliure Carles Sastre, o la quema de un ejemplar de la Constitución por parte de Empar Moliner en su sección de Els Matins han sido algunos de los asuntos polémicos finalmente avalados por el CAC gracias al rodillo de Loppacher.
En septiembre del año pasado, el presidente del consejo también evitó gracias a su prerrogativa que el organismo regulador abriera ningún expediente administrativo contra los medios de la CCMA por la emisión de propaganda del referéndum ilegal del 1-O, que había sido prohibida por el Tribunal Constitucional.
De los datos personales de Llarena al escándalo Salvadó
En lo que va de 2018, y con el de la resolución sobre Preguntes Freqüents, ya son cinco los empates deshechos por el presidente del consejo, que ha permitido dar el visto bueno a la difusión de datos personales del juez Pablo Llarena en el programa de TV3 Tot es mou o al uso del término “exilio” para referirse a la situación de Puigdemont, Marta Rovira o los exconsellers Lluís Puig, Meritxell Serret, Toni Comín y Clara Ponsatí.
También este año, el voto de calidad del presidente del CAC, cuyas resoluciones se pueden rastrear y consultar aquí, ha servido para dar por buena una edición del programa de Catalunya Ràdio Solidaris dedicada a los líderes independentistas en prisión provisional y titulada No normalicemos la represión, y para dar el plácet al trato que TV3 dio a la filtración de unas polémicas conversaciones telefónicas del exsecretario de Hacienda Lluís Salvadó, de las que informó sin reproducir ni transcribir lo que dijo este.