Artur Mas diseña su hoja de ruta hacia la independencia de Cataluña
El expresidente de la Generalitat Artur Mas aboga por una independencia con más mayorías, sin referéndum y que cuente con la complicidad de Europa
El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, apunta que la independencia «real» de Cataluña sería posible con un referéndum pactado con el Estado o con una mayoría independentista clara que le otorgue reconocimiento internacional. Mas señaló que se inclina por la segunda opción: «No me imagino el Estado como estructura de poder sentándose con las instituciones catalanas y acordando los términos de un referéndum para la independencia de Cataluña».
El expresidente reconoce la «complejidad» de la sociedad catalana pero considera que un proyecto «serio como la independencia» de Cataluña no puede hacerse sin mayorías amplias que les otorguen legitimidad. En una entrevista concedida al diario Ara, Mas –que pese a estar retirado de la primera línea política ya apuntó hace unas semanas la posibilidad de volver a a la palestra de la Generalitat– señala la necesidad de una «mayoría clara y definida» para obtener la independencia de Cataluña.
El dirigente no se muestra partidario de convocar elecciones tras el fallo del procés –un hecho que se ha discutido en la cumbre de Ginebra–. Según Mas: «Una cosa es la reacción ciudadana y otra cosa es la reacción del Parlament y del Govern. Cada uno debe de ser consciente de cuál es su papel. Si hay una sentencia condenatoria, sea dura o no tan dura, por delitos que no existieron, la reacción ciudadana debe ser contundente, absolutamente pacífica, pero contundente, porque es un mensaje que tenemos que hacer llegar a todo el mundo».
Artur Mas, a la espera de la sentencia del procés
Mas dice ser partidario que la reacción institucional no pase por la «solución fácil» de convocar unas elecciones inmediatamente, que pondría en riesgo la mayoría independentista del Parlament –70 de los 135 diputados son independentistas, fruto de la suma de los escaños de JxCat, ERC y la CUP–: «Poner en riesgo esta mayoría es el mejor regalo que le podemos hacer al Estado».
El dirigente político, inhabilitado por el 9N hasta febrero de 2020, insiste que si hay un gobierno en España «que como mínimo permite hablar, un gobierno del PSOE y Podemos, y la sentencia es tan injusta como se puede intuir, no podemos quedar impasibles».
En este punto, desvela que es partidario de que «si tenemos algún interlocutor en Madrid para hablar, se pueda hacer lo que dijo el otro día, por cierto, Rodríguez Zapatero: que se pueda hablar de la posibilidad de algún tipo de solución política que no pase simplemente por la represión judicial y que mejore la situación de los que están injustamente presos, pero que no tienen por qué estar condenados a estas penas duras y largas».