Artur Mas congela el nombre y las siglas de su nuevo partido
Los nacionalistas no descartan buscar una alternativa si el ministerio del Interior deniega la inscripción del Partit Demòcrata Català
Los convergentes abandonaron a principios del pasado julio su sede de la calle Córcega de Barcelona, donde enterraron la histórica Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), para trasladarse seis manzanas más allá, a la calle Provenza, donde tiene su cuartel general el Partit Demòcrata Català (PDC), la nueva denominación de los convergentes, aunque todavía no han colgado ningún cartel con el nombre y las siglas en su exterior. Tan sólo han pegado dos adhesivos en las puertas de acceso donde se lee PDC y el saludo ¡Hola!.
En realidad, Partit Demòcrata Català sigue sin estar inscrito en el registro de partidos políticos del ministerio del Interior. Pocos días después que los convergentes adoptaran esta nueva denominación, acordada por su congreso el 10 de julio pasado, desde el ministerio de Jorge Fernández Díaz se les advertía de supuestos defectos «de forma» porque el nombre y las siglas coincidían con otras formaciones políticas y ello podía llevar a confundir al electorado.
El partido de Artur Mas presenta alegaciones
A mediados de agosto, el PDC presentó un pliego de alegaciones en el registro de partidos políticos del ministerio del Interior en el que argumentan que ni el nombre ni las siglas inducen a la confusión. Fuentes del partido de Artur Mas recuerdan que tan cierto es que existen diversas formaciones con la denominación «Demócrata» como muchas otras se llaman «Socialista» sin que se haya generado un conflicto.
Estas fuentes consideran que sería un «escándalo» que se les impidiera utilizar el nombre y las siglas del partido. Consideran que, lo más «lógico», es que se acepten les alegaciones sin más, aunque, en caso contrario, no descartan recurrir a los tribunales. Tampoco descartan buscar un nombre alternativo. Una posibilidad sería Partit Català Demòcrata (PCD) o una fórmula parecida. Como en algunas operaciones matemáticas, entienden que el orden de los factores no altera el producto.
De momento, no han colocado ningún rótulo en el exterior de la sede con las siglas PDC, ni tampoco ninguna banderola gigante con el nombre como la que tenían en la sede de la calle Córcega, que recorría la fachada de arriba abajo. Hasta que no se aclare el conflicto, probablemente no se instalará.
Hartos de Antoni Castellà, el líder de Demòcrates de Catalunya
Entre los dirigentes del partido de Artur Mas crea desazón la actitud de Demòcrates de Catalunya, la escisión independentista de Unió, que son sus socios en Junts pel Sí. Antoni Castellà, su líder, sigue empeñado en forzarles a cambiar de nombre y no les permite que adopten el apelativo de «demócratas».
En el congreso en el que se adoptó la denominación de Partit Demòcrata Català, tanto Artur Mas como Carles Puigdemont apostaron, en un principio, por Més Catalunya y Catalans Convergents, pero estas opciones fueron rechazadas. Después, en la votación definitiva, apostaron por Partit Nacionalista Català, pero también salieron derrotados. Nunca pensaron que el partido se metía en un berenjenal con el cambio de nombre.