Anesdor critica a Trias por tratar de endurecer las condiciones para llevar motos de 125 cc
La patronal de las dos ruedas duda de que exista un vínculo entre la siniestralidad y los motoristas que carecen de carnet
Barcelona, con el 21,4% de la cuota de mercado, es la plaza clave para que el sector de las dos ruedas en España no muera del todo (ha perdido el 73% del negocio entre 2007 y 2013).
«Debemos hacer un análisis ponderado y ver realmente dónde existen los accidentes», señala el secretario general de la organización, José María Riaño.
El que ha realizado Anesdor muestra cómo las víctimas mortales sobre dos ruedas han caído el 48% y que si las motocicletas de 125 cc son las protagonistas de la mayoría de los accidentes que se producen es porque también representan el 92,08% del parque móvil de dos ruedas en la ciudad. «Sería como prohibir la circulación de los coches blancos porque están involucrados con más accidentes, cuando también son los más vendidos», añade.
Falta de información
La asociación no ha podido detallar cuántos de los motoristas que sufrieron un accidente en 2014 usaban el carné B 3. Lamentan la falta de información facilitada por parte del consistorio liderado por Xavier Trias.
Los representantes de Anesdor se reunieron el pasado lunes con el primer teniente de alcalde de la capital catalana, Joaquim Forn; el gerente de prevención, seguridad y movilidad, Joan Delort; y el jefe de la Guardia Urbana de la ciudad. La patronal aplaude la «buena aceptación» de las propuestas que pusieron sobre la mesa. «Aún no existe ninguna propuesta concreta, pero han pasado pocos días», afirma Riaño.
Propuestas Anesdor
Entre las proposiciones de la organización, está compensar una multa con cursos voluntarios que reducirían la sanción económica. «Quienes acumulan más multas son los más propicios a tener un accidente», indica el secretario general, por lo que mejorar su conducción con más cursos sería una forma de evitar el daño.
Anesdor recuerda también que el 30% de las colisiones se producen en semáforos y propone «ampliar la cobertura de los sistemas de foto-rojo» (las fotografías que se disparan en los semáforos cuando un conductor se salta la prohición) en la ciudad para que las penas económicas disuadan a actuar de forma temeraria.