Albiol hace borrón y cuenta nueva con el PSC en busca de pactos
Una semana después de volver a la alcaldía de Badalona, Albiol repasa la situación política en una entrevista con Economía Digital
Ha pasado una semana desde que el dirigente del PP Xavier García Albiol (Badalona, 1967) recuperó la alcaldía de su municipio natal. El anterior alcalde, Àlex Pastor (PSC), tuvo que dimitir después de saltarse el confinamiento y de que los Mossos lo detuvieran ebrio al volante.
Se daba por hecho que el PSC y la CUP sellarían un nuevo pacto para repartirse los tres años restantes de legislatura municipal, pero naufragaron en el último instante. Y Albiol se encontró, contra todo pronóstico, besando la vara de alcalde porque su grupo, al fin y al cabo, es el que más concejales tiene en el Ayuntamiento de Badalona como vencedor de las elecciones de 2019.
—Ha regresado a la alcaldía de Badalona de forma accidentada después de que naufragara un pacto entre PSC y CUP para repartirse el poder tras la aparatosa dimisión del anterior alcalde. ¿Lo esperaba?
—La verdad es que no. Una vez pude observar los planteamientos que hacía el PSC antes del pleno de investidura, tenía muy pocas esperanzas de que el pleno acabara con mi elección como alcalde. Pero las crisis internas de todos estos partidos les han superado, tal y como se ha podido ver.
—El “todos contra Albiol” en Badalona ha sido muy eficaz durante los últimos cinco años para apartarlo del gobierno municipal. ¿Teme que se recomponga este frente?
—Creo que se ha demostrado que el “todos contra Albiol” no puede ser un proyecto político ni mucho menos un modelo de ciudad. Pienso que los partidos deben ofrecer algo más atractivo a sus votantes que ir contra el vencedor de las elecciones. A partir de ahí, cada uno debe asumir su responsabilidad.
—¿Qué tipo de responsabilidad espera del PSC?
—Estoy convencido de que sabrán leer lo que demandan los vecinos de Badalona, que son grandes acuerdos para afrontar la crisis que tenemos. Creo que el PSC sabrá entender que lo que ha provocado durante los últimos cinco años ha sido perjudicial para la ciudad y para su propio partido.
—¿Y en qué fundamenta esta esperanza respecto al PSC?
—Está claro que antes el PSC se debe recomponer, pero creo que saben que su imagen se ha visto muy perjudicada por los espectáculos de los últimos tiempos. Pienso que se van a esforzar en recuperar la credibilidad ante los vecinos que suelen confiar en su partido.
—ERC ha insistido esta misma semana en que “hay tiempo” para volver a la carga con una moción de censura en Badalona en “los próximos meses o años” y desalojarle de nuevo de la alcaldía.
—Estoy convencido de que esto no se va a producir porque creo que estos gobiernos que hemos visto, diseñados únicamente para cerrar el paso al ganador de las elecciones, han acabado siendo perjudiciales para sus propios intereses de partido.
—Ha mantenido ya los primeros contactos con el tejido social y económico de Badalona. ¿Qué se ha encontrado a su llegada al gobierno municipal en plena crisis del coronavirus?
—Lo primero que me he encontrado en el Ayuntamiento es que existe un grave bloqueo administrativo. Hay pagos pendientes con proveedores desde hace más de dos años y hay que ponerse al día. Por otra parte, lo que yo he visto con las entidades y empresas con las que he podido conversar, es una mezcla de resquemor y de esperanza. Resquemor porque han sido años difíciles para muchos y esperanza porque confían en otro tipo de gestión.
«Limpiando Badalona»
—Estos tres años de gobierno que, en principio, tiene por delante son muy distintos a los cuatro que afrontó como alcalde debido a la crisis actual. ¿La lucha contra la inmigración ilegal y la delincuencia que abanderó desaparecerá de su gestión?
—La situación, en efecto, es muy distinta. Yo no voy a renunciar a que la guardia urbana de Badalona cumpla con su cometido y persiga a los delincuentes, sean de donde sean, porque esto no es un problema de orígenes. Dicho esto, lo prioritario ahora es abordar todos los problemas derivados del Covid-19. Y a eso me voy a dedicar en estos momentos.
—¿Ya ha contactado con el Gobierno y la Generalitat?
—Con la Generalitat, sí. Y debo decir que he hallado predisposición del departamento de Territorio para sacar adelante los grandes proyectos de Badalona, que deben ser acabar con la cicatriz que supone la autopista C-31 para la ciudad y seguir con la ampliación y mejora del puerto de nuestra ciudad.
—¿Y con el Gobierno?
Todavía no, pero confío en que se imponga el sentido común y permita a los ayuntamientos saneados usar sus márgenes de recursos para afrontar la crisis actual.
Cataluña Suma
—En las últimas semanas, Ciudadanos se ha aproximado al PSOE pactando, por ejemplo, dos prórrogas del estado de alarma. ¿Compromete esta maniobra el proyecto de Cataluña Suma entre PP y Cs?
—Creo que sería un error por parte de Ciudadanos seguir en esta línea de aproximación al PSOE, puesto que el constitucionalismo tiene una gran oportunidad de ofrecer un proyecto nunca visto antes en Cataluña. Creo que es un proyecto que puede ser muy atractivo incluso para electores del PSC y no deberíamos renunciar a él porque me parece que estamos ante una gran ocasión para ir más allá de nuestras siglas.
—¿Cree que el independentismo puede perder fuerza con toda esta crisis social y económica, que sus ideas quedan desbordadas por el contexto actual?
—El independentismo es una realidad latente en Cataluña, me temo que esto sigue siendo así. Por tanto, más que nunca, hay que ser capaces de ofrecer alternativas a los independentistas.
—¿Ha tenido la ocasión de comentar su elección en Badalona con Pablo Casado?
—Sí, he recibido mensajes muy cariñosos tanto de Pablo Casado como de otros compañeros de la dirección nacional del PP. Y solo puedo decir que confío en estar a la altura de sus expectativas porque soy muy consciente de que Badalona puede ser un gran escaparate para el PP, tanto en Cataluña como en el resto de España.