Ada Colau se revuelve contra el Supremo
La alcaldesa de Barcelona atribuye al "feudalismo judicial" que se le impida remunicipalizar el agua de la capital catalana
Este miércoles, el Tribunal Supremo dio la razón a Agbar en la concesión del agua de Barcelona, revocando la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por la que se anulaba la concesión a una empresa mixta liderada por la empresa. Y este viernes, Ada Colau, viendo irse por la cuneta su plan de remunicipalizar el servicio, se ha revuelto contra el alto tribunal.
La alcaldesa de Barcelona atribuyó al “feudalismo judicial” que se le impida remunicipalizar el agua de la capital catalana. En una entrevista en Rac1 recogida por Servimedia, Colau dijo que con esta resolución del Supremo ella tiene “un poco más difícil” tomar el control del agua de la ciudad, aunque no se dejará “intimidar” por el pronunciamiento judicial que le quita la razón.
La primera edil de Barcelona indicó que la sentencia que le impide remunicipalizar el agua de Barcelona ha sido una “sorpresa” y se preguntó por qué el recurso de Agbar “ha cambiado tres veces de sala hasta llegar -oh, casualidad- a la misma sala que decidió que la sentencia de las hipotecas no se podía aplicar porque ponía en peligro a las entidades financieras”.
Asimismo, Colau se refirió a que “otro dato curioso” es que “Agbar tiene un convenio con el Consejo General del Consejo Judicial para impartir formación a sus jueces en materia de agua”, en referencia a que, por extensión, esto habría podido influir en la sentencia conocida esta semana.
«Mal funcionamiento judicial»
A este respecto, la alcaldesa señaló que el pronunciamiento del Supremo en cuestiones como el agua o la banca genera “mucha perplejidad ciudadana”, algo que atribuyó a un “mal funcionamiento de la cúpula judicial”. “Yo creo que hay una especie de feudalismo judicial que requiere revisar seriamente cómo está funcionando esta cúpula judicial “, afirmó.
Con estas declaraciones a Rac1, Colau expresaba su rechazo a que el Supremo haya dictaminado esta semana que no se puede retirar a Agbar la competencia del agua de Barcelona, con lo que se revocaba lo dictaminado en 2016 por el TSJC. Las acciones del consorcio que controla el agua son un 70% de Agbar, un 15% del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y otro 15% de Criteriacaixa.
El alto tribunal ha concluido que hay que diferenciar entre competencias municipales y municipalización de los servicios públicos, al tiempo que apunta que anteriores intentos de remunicipalizar el agua de Barcelona -en 1966 y 1982- no tuvieron éxito.