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Algunos ministros de Pedro Sánchez aborrecen el llamado perfil institucional. Se entiende por tal ese comportamiento escrupuloso, incluso exquisito con las formas y, por tanto, ajeno a la bronca. La cosa no va con algunos miembros del gabinete de Sánchez, que no ven ventaja alguna en esta manera de desenvolverse. Y nadie lo demuestra mejor que Pablo Iglesias, que esta semana se ha paseado por las instituciones al estilo barra de bar.
El episodio de La Plaza de esta semana, conducido por Juan García y con la participación de Ismael G. Villarejo, Marcos Pardeiro y Xavier Alegret, arranca con los incendios de Iglesias en el Congreso —primero con Cayetana Álvarez de Toledo y luego con Iván Espinosa de los Monteros— y sigue con otros fuegos, con el propiciado por Fernando Grande-Marlaska en la Guardia Civil y con el de Nissan Barcelona, cuya planta está sentenciada.
¿Actúa Grande-Marlaska al abrigo de Sánchez o el ministro del Interior gestiona por su cuenta y riesgo? ¿Qué han hecho las administraciones para salvar la planta de Nissan si es que había algo que hacer? Son algunos de las preguntas que hallan respuesta en esta entrega de La Plaza.
El podcast también se fija, una vez más, en las cuentas oficiales de los muertos por coronavirus. El Gobierno se niega a asumir lo obvio, y es que la cifra de mortalidad es muy superior a la que comunica Sanidad. ¿Con qué intención se niega a admitir ante la opinión pública que los fallecidos superan, con toda probabilidad, los 40.000?
