La Asamblea de la Comunidad de Madrid lógicamente no es el parlamento español, pero las elecciones autonómicas tienen un aire de contienda nacional que nadie debería descartar. Sobre esta premisa, los tertulianos del podcast La plaza han analizado las repercusiones que un determinado resultado podría tener en los liderazgos de Pedro Sánchez y Pablo Casado.
Por ejemplo: ¿un resultado pobre de Ángel Gabilondo sería útil o contraproducente para el presidente del Gobierno? Ha habido diversas opiniones. Algunos creen que ese dato que supondría quizás la victoria de Ayuso y Monasterio reforzaría la tesis de Sánchez de que el peligro está en el advenimiento de la extrema derecha. Sería, pues, un mal resultado en Madrid, pero munición para el discurso nacional.
Los que ven las cosas de otra manera opinan que una derrota siempre es una derrota y que si Gabilondo empeora el peso del grupo parlamentario en la Comunidad empezarán los nervios y las dudas sobre la biblia de Iván Redondo. Máxime cuando sobre el triunfalista discurso de Pedro Sánchez pesa como una espada de Damocles la entrega o no de los famosos 140.000 millones europeos.
¿Una victoria de Ayuso, la mayoría absoluta, será una derrota para Casado o un espaldarazo a su presidencia en el Partido Popular? Dudas también, como está mandado, entre los contertulios. Aunque la opinión mayoritaria es que depende del papel que quiera jugar Ayuso y sus supporters en el seno del PP. También de la respuesta que en un futuro den líderes regionales tan bien posicionados hoy como Núñez Feijóo o Juanma Moreno.
Donde sí hay una cierta unanimidad es que una derrota de Ayuso sería una mala noticia para Pablo Casado, cuyos éxitos electorales aún son desconocidos, pese al crecimiento que le augura el último CIS.
Unanimidad asimismo en La plaza por el aumento del número de casos que reflejan cada vez más actos de desobediencia o directamente de menosprecio de los partidos políticos por las reglas por las que deben guiarse: sea en cuestiones de transparencia o de normativa electoral.
Y satisfacción unánime claro por la primera participación externa en La plaza, en nuestra sala en Club House. Pese a las dificultades técnicos, un oyente le ha dado al botón de intervenir y ha sido una aportación elegante y llena de sentido común. ¡Bravo!