Mohammad Iqbal: “Vamos a votar de nuevo con muchas ganas en las primarias”
El líder de la comunidad pakistaní en Barcelona rechaza que se haya manipulado a nadie para votar a alguno de los candidatos del PSC
Las calles de Ciutat Vella están llenas de vida, a diferencia de otros distritos de Barcelona, en los que sólo hay actividad a primera hora de la mañana y después del trabajo, en las últimas horas de la tarde. La comunidad pakistaní es la más numerosa, entre los extranjeros en la capital catalana. Están censados unos 22.000, y, junto con otros colectivos, representan hasta el 40% de la población extranjera en Ciutat Vella. Es decir, interesan a todos los partidos políticos, porque se mueven, regentan comercios y no quieren “quedarse en un guetto”.
Lo explica Mohammad Iqbal. Lleva 25 años en Barcelona, y tiene la nacionalidad española. Dirige el Centro Islámico Camino de Paz, y ha tenido un protagonismo no deseado en las primarias del PSC a la alcaldía de Barcelona. Rechaza por completo, en una entrevista con Economía Digital, que haya habido manipulación entre los vecinos pakistaníes de Ciutat Vella para votar a Jaume Collboni, o a otros candidatos del PSC. “Lo que hicimos es informar en reuniones de que existía este proceso, y de que había cinco candidatos, para elegir al alcaldable del PSC por Barcelona, y se generó una gran ilusicón por poder votar”.
Los sobres desde casa, tras el buzoneo de los candidatos
La cuestión es que muchas personas llegaban con los sobres de los candidatos desde casa, como si se hubiera producido toda una campaña organizada a favor de alguno de ellos. Iqbal se indigna y asegura que si algunas personas llevaban sobres, era porque los habían recibido, como propaganda en los propios buzones de las casas o como publicidad.
Y nombra a dos candidatos que sí hicieron campaña previa, y que se les conoce de actos anteriores a las primarias del PSC: “Jaume Collboni y Laia Bonet han estado en actos, cuando eran diputados, antes de ser candidatos, y luego durante las primarias también se han acercado”, afirma.
En algunos comercios de Ciutat Vella se puede ver carteles de Jaume Collboni, en árabe y en urdu, explicando el lugar dónde se podía votar, como el que se muestra, en la calle Hospital. Pero Iqbal se molesta cuando se asocia ahora a la comunidad pakistaní con el PSC. “En la comunidad hay partidarios de todos los partidos, y en las primarias las personas han votado a quién han querido, sabiendo, además, aunque a algunos les costó al principio, que se tenía que pagar un euro”, insiste.
Temor ante las cámaras
¿Y el desconocimiento que mostraron algunas personas ante las cámaras sobre el proceso de primarias?: “Existen dificultades al comunicarse –asegura en un muy buen castellano– y luego está el temor de las cámaras o los micrófonos, y puede, es cierto, que alguien no entendiera bien lo que se estaba votando, pero me parece increíble que se critique todo lo que se ha hecho”.
Iqbal asegura que se ha creado ilusión, porque muchos pakistaníes quieren participar en los asuntos públicos, y que este sábado, en la segunda vuelta que enfrenta a Collboni con Carmen Andrés, “vamos a votar de nuevo con muchas ganas en las primarias, y justo después de todo lo que se ha provocado”.
¿Dónde estaba Martí?
Este líder de la comunidad, con un componente religioso acentuado, sí tiene algunas palabras respecto a Jordi Martí. “Parece que nuestra votación molestó a algún candidato, y lo curioso es que a Jordi Marti no lo hemos visto nunca por aquí en tres años, y es el presidente del grupo municipal del PSC”, sentencia.
Iqbal ha tendido puentes con muchos dirigentes políticos, de todos los colores, y asegura que seguirá esa política, con el PSC, con Convergència, o con ERC, porque le interesa a su comunidad, porque son parte de la ciudadanía catalana.
Éste sábado los barceloneses podrán votar de nuevo, y ello incluye a la comunidad pakistaní. El PSC, para que no se repitan las experiencias del pasado sábado, o para que otros partidos no se acojan a cualquier posible irregularidad para desacreditar a los socialistas, dispondrá de traductores de urdu y árabe en las tres sedes con mayor afluencia de extranjeros.