La guerra interna entre Casado y Ayuso revive en el PP tras la ‘tregua’ de Castilla y León

En el día de San Valentín terminó la tregua entre el presidente del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por el control orgánico de la federación madrileña del partido. El consejero de Educación de Madrid, Enrique Ossorio, intervino ayer para reclamar la convocatoria del congreso regional del partido «lo antes posible». Una petición que choca, de nuevo, con las intenciones de la dirección nacional, que prefiere esperar hasta despejar otros calendarios. El mensaje de Ossorio es un aperitivo para el Comité Ejecutivo Nacional de este martes, donde Casado deberá valorar los resultados de las elecciones de Castilla y León y explicar la hoja de ruta del partido.

El Comité Ejecutivo Nacional del PP está convocado a las 17.30 en Génova, y será el primer encuentro entre la dirección nacional y los presidentes regionales tras las elecciones en Castilla y León. El PP obtuvo 31 escaños, superando al PSOE, aunque se quedó algo lejos de las perspectivas previas a la campaña electoral, que rozaban la mayoría absoluta (41), y dejando margen para un amplio crecimiento de Vox, que se convirtió en tercera fuerza autonómica.

Resultado «mejor» que el esperado en el PP

Los resultados de los populares fueron peores que los esperados cuando se convocaron elecciones, pero algo mejores que los temidos en Génova en la recta final de campaña. «En los últimos días se esperaba algo peor», indican fuentes del partido, cifrando las estimaciones reales del PP en los 29 procuradores, es decir, dos menos que los finalmente cosechados. Con estos resultados, la sede se declara «tranquila», y evita que la dirección nacional, cuyo equipo lidera el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se vea comprometida en su continuidad durante la reunión de hoy, explican las mismas fuentes.

Pero no todo sale como se esperaba porque, si bien inicialmente se vaticinaba un Comité Ejecutivo más tranquilo que el que podría haber tenido Casado en un escenario electoral peor, la reclamación de Ossorio, recuperando apenas un día después de los comicios la exigencia de un congreso regional, cayó como un jarro de agua fría en Génova. «La tregua no ha durado ni un solo día más», lamentan en el partido. Por este motivo, esperan que la corriente crítica de Ayuso haga acto de presencia esta tarde.

Guerra entre Ayuso y Casado

Antes de las elecciones en Castilla y León, en el PP se había abierto una guerra prácticamente fratricida entre Casado y Ayuso. La presidenta madrileña ha venido reclamando de forma urgente la convocatoria de un congreso regional del PP en el que pensaba plantear su candidatura. A Génova siempre le ha desagradado esta petición porque creían haber acordado con Ayuso que, si presidía el Gobierno regional, no iba a pretender liderar el partido madrileño. Aun así, le instaron a retrasar los plazos, que pasan primero por celebrar un congreso nacional y colocar los candidatos autonómicos. Pero Ayuso ha visto siempre en esta operación una ralentización que diera tiempo a Génova a apoderarse de los resortes del partido y evitar que ganara las ‘primarias’.

Sin embargo, en diciembre, pareció que se forjaba una tregua, en aras de mostrar una imagen de unidad de cara a los comicios de Castilla y León. Desde la dirección nacional sabían que el alto el fuego era temporal, aunque confiaban en retrasar el retorno de las hostilidades al menos «hasta la investidura» del candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. «En el día de San Valentín se fastidió el amor», ironizan fuentes populares sobre el nuevo desafío de Ayuso.

Feijóo, Moreno y Ayuso, en el Comité Nacional

En la cita de hoy se escucharán las voces del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el de Andalucía, Juanma Moreno, además de la de Isabel Díaz Ayuso. Son los tres barones del PP que actualmente más predicamento tienen en el partido y a los que Casado más atención debe prestar. Habrá que esperar a esta tarde para saber si apoyan la intervención de Casado o, por el contrario, elevan la crítica sobre el rumbo del partido.