La capacidad de ahorro de las familias españolas retrocede 13 años
Los hogares no pueden reducir el consumo ya que su economía se encuentra en una situación límite
La capacidad de ahorro de las familias españolas ha caído a niveles de 2000. Y las principales causas han sido la reducción de los ingresos de los españoles, la congelación o disminución salarial, la considerable destrucción de puestos de trabajo y el imperceptible incremento de las pensiones.
“Las familias como no pueden reducir el consumo porque están al límite, reducen el ahorro”, señala el profesor de economía del IESE, Antonio Argandoña. El experto analiza los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según el cual, la tasa ha bajado 2,8 puntos en 2012, la cifra más baja de los últimos 13 años.
Renta disponible bruta
El INE concreta que el descenso viene dado por el aumento del consumo final al 0,2%. A ello se suma la disminución en un 2,7% de la renta disponible bruta, es decir, los ingresos de las familias antes de impuestos que se obtienen del trabajo, de las prestaciones como la del desempleo, o a través de dividendos, entre otras vías. Son los ingresos de los que se disponen para consumir o ahorrar.
Pero Argadoña le quita hierra al asunto ya que considera que la situación al inicio de la crisis en este sentido fue excepcional. Ahora, la cuota se ha ajustado a una realidad que ha empobrecido a la ciudadanía.
La excepción de 2009
En 2012, la tasa de ahorro de los hogares se ha situado en el 8,2% de la renta disponible. Antes de la crisis la cifra oscilaba entre el 10 % y el 11%. Aunque en 2009 la cuota de ahorro alcanzó el 18%. Entonces la gente estaba muy asustada con el inicio de la crisis, apunta el académico. “Fue una subida anormal resultado del pánico porque las familias estaban muy endeudadas”.
Es por ello que considera que la caída de la capacidad de ahorro de las familias por debajo del promedio no es ninguna tragedia. Y advierte que a corto plazo no se verá una mejora sustancial.
La confianza, primordial
La receta para que las familias vuelvan a ahorrar se conseguiría con un incremento salarial, con la creación de puestos de trabajo y con un incremento de las prestaciones por desempleo así como de las pensiones. Pero también es importante que vuelva la confianza, la principal vía para hacer que las familias puedan ahorrar, según este experto.
“Hace falta que en las empresas uno esté más tranquilo, con un puesto de trabajo asegurado”, agrega Argadoña. Y asegura que efectos macroeconómicos como el de Chipre afectan poco a la hora de ahorrar más o menos. Se trata de situaciones transitorias que no repercuten en el volumen de ahorro de las familias, subraya.