La Cámara de Barcelona pide a Colau repensar los cruceros con el modelo turístico
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiere limitar a tres por día el número de cruceros que llegan a la ciudad condal
La Cámara de Barcelona ha reclamado que se inicie un «debate riguroso» sobre los cruceros que haga compatible este sector con un nuevo modelo de turismo, en alusión a la propuesta del Ayuntamiento de Barcelona para limitar el número de cruceros en la ciudad.
La entidad ha recordado que, en el año 2018, el Ayuntamiento y el Puerto de Barcelona llegaron a un acuerdo para reordenar los espacios portuarios que recogen acciones para limitar, reubicar y electrificar las terminales de cruceros y alejarlas de los barrios próximos al puerto.
Además, ha señalado que el Puerto de Barcelona está comprometido con potenciar la infraestructura como puerto base para aumentar el gasto que estos turistas hacen en la ciudad, lo que permitirá que el sector se «recupere de manera regulada y con objetivos de sostenibilidad».
Acelerar las inversiones en sostenibilidad
La Cambra considera «fundamental» que se aceleren todas las inversiones asociadas a incrementar la sostenibilidad de la infraestructura para que se pueda posicionar como un puerto sostenible de acuerdo con los retos del siglo XXI.
Por ello, la corporación considera «imprescindible» hacer un análisis sobre el impacto de los cruceros para evaluar si hay que tomar nuevas medidas para conseguir este objetivo.
El sector factura anualmente 1.083 millones de euros con una contribución al PIB catalán de 562 millones y tiene más de 9.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
El 27% de los cruceristas de Barcelona visitan y pernoctan en la ciudad con un gasto medio por persona de 230 euros al día. Pese a que estos cruceristas solo representan el 8% de los turistas vacacionales, concentran el 20% del gasto total realizado por estos visitantes de Barcelona.
Limitar el número de cruceros
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, propuso hace unos días «limitar a tres por día los cruceros que llegan a la ciudad» en la primera reunión de la mesa de estudio que presidió la alcaldesa sobre la regulación de cruceros y su impacto turístico y ambiental en Barcelona.
Con el objetivo de reducir la contaminación, Colau avanzó hace algo más de un mes su intención de proponer a la Generalitat y al Gobierno limitar el número de cruceros en la capital catalana a través de un «debate sereno y con datos».
«Los cruceros generan contaminación y el modelo de cruceros sin límite que ha habido hasta ahora no es sostenible y, por tanto, se debe regular también», sostuvo la alcaldesa, que especificó que en mayo llegaron 125 cruceros a Barcelona.
Sin embargo, para Colau el problema no es solo la contaminación, sino la sostenibilidad en la ciudad. «Son miles de personas que llegan y la mayoría están pocas horas y se concentran mucho en la zona del centro y de golpe generan sensación de colapso», denunció la alcaldesa.