Filmax apuesta por las nuevas plataformas en Internet para remontar su actividad
Los hermanos Julio y Carlos Fernández retienen los derechos para vender sus películas directamente al espectador 'on line' y bajo demanda
La estrategia para que Filmax Entertainment remonte tiene sus pilares en Internet, según el plan que Julio y Carlos Fernández, fundadores de la productora catalana, han diseñado de acuerdo con la administración concursal.
La compañía está sumergida en la antigua suspensión de pagos con un pasivo de más de 170 millones y ha debido desprenderse de sus derechos cinematográficos para mantener vivo su día a día, marcado por la producción de la tercera entrega de Rec, una de las sagas de terror más rentables del cine español y que ha dado amplios réditos en el mercado internacional.
En este proceso de reordenación de su actividad, los hermanos Fernández tienen puesto el ojo en las nuevas plataformas de vídeo bajo demanda, que empezarán a operar en breve en España. Se trata de servicios en los que el internauta decide en qué momento quiere ver una película determinada y que ya gozan de amplia aceptación en otros ámbitos del entretenimiento, como la música.
Filmax aún retiene los derechos para explotar este negocio, según fuentes consultadas por Economía Digital, a pesar de que tuvo que ceder en marzo a la americana Warner Bros la distribución en formatos físicos (DVD y Blu-Ray) de su librería. Sin embargo, ésta, la de Internet, sería la única ventana de distribución que conservaría la compañía catalana, que además ha escorado su negocio, desde hace unos meses y en detrimento de la distribución, hacia la producción y exhibición de películas en sus propias salas, explotadas por la filial Filmax Pictures.
Pendientes de la financiación
Las grandes películas y su explotación en Internet pasarán a ser los principales activos de la nueva etapa de Filmax que por ahora vive pendiente de los bancos y del Institut Català de Finances (ICF). La administración concursal cuenta con esos negocios como garantía para afrontar el pago de su deuda en caso de no lograr la refinanciación de los 170 millones de pasivo y que se está negociando.
Hasta ahora, se han aplicado duras medidas de contención. La plantilla se ha recortado hasta los 80 profesionales –trabajaban 300– y el conglomerado de empresas que antes formaban el grupo ha disminuido a cinco desde las 30 que existían. Julio y Carlos Fernández esperan que el ICF resuelva próximamente un préstamo por valor de seis millones y que el organismo público negoció tras tomar el 2,86% de Filmax a través de ICF Holding.