El euro digital se ha convertido en uno de los grandes objetivos del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea (CE). Este mismo miércoles, el supervisor financiero comunitario ha emitido un comunicado destacando los beneficios que aportaría la divisa digital al sistema financiero, entre los que destaca que la entrada del euro digital avivaría la competencia entre las entidades financieras que, actualmente, se encargan de procesar las transacciones digitales, lo que, al mismo tiempo, implicaría un abaratamiento de los servicios para los clientes y comerciantes.
Fabio Panetta, miembro del Comité del Banco Central Europeo y futuro gobernador del Banco Central de Italia, y Valdis Dobrovskis, vicepresidente ejecutivo de la CE, han emitido un mensaje conjunto en el que apelan a la «lógica» como uno de los motivos por los que Europa debe incluir el euro digital en los servicios financieros.
«A medida que avanzamos hacia una verdadera economía digital, adaptar el efectivo para reflejar la era digital es el siguiente paso lógico«, comentan los directivos europeos. Ambos sostienen que, pese a que gran parte de las pequeñas transacciones que se hacen en el Viejo Continente son en efectivo, también ven una clara tendencia en Europa hacia los pagos con medios digitales.
El euro digital introduciría a Europa en las finanzas digitales
En esas, tanto la CE, como el BCE, ven necesario que la comunidad europea se adapte a lo que ya es una realidad y, sobre todo, para que no se quede atrás en la integración del dinero digital. Como informó ECONOMÍA DIGITAL la semana pasada, Europa se enfrenta a lo que es uno de los mayores retos del sector financiero de los últimos años. Aunque el euro digital se antoja como un paso clave en la modernización y agilización de las transacciones, los expertos creen que se debe hacer de una forma sostenida, sin incluir demasiados cambios que puedan trastocar la dinámica de las entidades financieras.
Los directivos europeos han incluido a los bancos y a las entidades financieras en su mensaje, a los que les explica que la divisa digital «actuaría como trampolín para el desarrollo de nuevos servicios financieros y de pago paneuropeos, estimulando la innovación y facilitando la competencia con grandes empresas financieras».
Aunque hay expertos que señalan que la incorporación del euro digital podría traer consigo algunos riesgos, tanto Panetta, como Dobrovskis, advierten de que esta moneda «incluiría salvaguardias, como límites a la cantidad que los ciudadanos podrían tener, a fin de evitar salidas sustanciales de los depósitos bancarios».
El BCE asegura que «no vería los datos personales de ninguno de los usuarios ni sus patrones de pago»
Los consumidores podrían pagar sin conexión a Internet
En lo referido a los consumidores, los miembros del BCE y de la CE aseguran que la entrada de la moneda comunitaria digital «aportaría muchas ventajas prácticas», puesto que «sería fácil de usar y sin coste alguno». «Ni siquiera tendrían que hacer pagos en línea: también podrían pagar sin conexión a Internet», añaden los expertos.
Cabe destacar que, en el mensaje emitido por el supervisor y el regulador europeo, hablan de un monedero digital como medio en el que tener los euros digitales. Es por ello por lo que señalan la posibilidad de que los consumidores puedan efectuar pagos o hacer transacciones sin necesidad de estar conectados a la red.
En cuanto a la protección de los datos, desde el BCE señalan que la «privacidad es crucial», y que «no vería los datos personales de ninguno de los usuarios ni sus patrones de pago».
La cuenta atrás para incorporar al euro digital en el sistema financiero comunitario ha comenzado. Está por ver si su entrada traer consigo todos los beneficios que señalan desde Bruselas y el BCE. Las finanzas están tornando hacia la digitalización, y Europa no quiere quedarse atrás en una carrera en la que otras regiones han apostado más fuerte, o lo hicieron con mayor antelación.
Por lo pronto, el organismo liderado por Von der Leyen presenta este miércoles una propuesta que sentará las bases para difundir el futuro euro digital en la región europea si, finalmente, se decide crearlo.