El PSC espera ya con esperanza y cautela los resultados de las primarias de BCN
De los cinco candidatos, dos podrían pasar a una segunda vuelta el 5 de abril
Barcelona es la joya del socialismo catalán. El PSC no concibe una recuperación en todo el territorio catalán sin recuperar la capital de Catalunya. Y para ello ideó unas elecciones primarias, asumiendo riesgos, porque se han abierto a la ciudadanía.
Este sábado todos los barceloneses pueden acudir a los 31 centros abiertos en todos los distritos de la ciudad, previa firma de una declaración de valores que se asemeja más a los principios de la revolución francesa, igualdad, libertad y fraternidad, que a un programa del propio PSC. También se exige el pago de un euro, para sufragar la campaña, pero en realidad para asumir un compromiso cívico, como hicieron los socialistas franceses.
Todo dependerá de la participación. El censo es de 21.000 personas: tres mil militantes, cerca de 7.000 simpatizantes, 10.600 ciudadanos que han avalado a los distintos candidatos y 564 personas que ya se han inscrito. Si la participación es alta, el PSC habrá creado un precedente. De hecho, en Convergència, el diputado Carles Campuzano ya ha sugerido que se pueda elegir al secretario general del partido a través de unas primarias, aunque no todavía abiertas a la ciudadanía.
Cinco candidatos, cinco perfiles
Los cinco candidatos socialistas han mostrado perfiles diferentes. En las tres semanas de campaña han aparecido diferentes factores. Rocío Martínez-Sampere, diputada en el Parlament, ha buscado ser la síntesis entre los diferentes sectores del partido. Porque en estas primarias se dirime también el propio futuro del PSC, muy erosionado por el llamado derecho a decidir, y la consulta soberanista.
Laia Bonet, ex diputada en el Parlament, ha buscado diferenciarse de la dirección del partido, que dirige Pere Navarro, con la intención de renovar la política interna del PSC, con un mayor acercamiento a la ciudadanía. Bonet, además, aunque no se declara independentista, es favorable al derecho a decidir, con una consulta a los catalanes.
El factor de Jordi Martí
Jordi Martí es el candidato que podría distorsionar el partido de forma clara, porque, aunque tampoco se declara independentista, sí ha aceptado el apoyo de personalidades y del movimiento soberanista que, aprovechando el carácter abierto de las primarias, apuestan por él para reorientar la política del PSC.
Martí es el actual presidente del grupo municipal del PSC, y si obtiene la victoria cobraría una gran legitimidad para rehacer el partido.
La fuerza de las bases
Jaume Collboni es el ex portavoz del PSC. Dejó su acta de diputado en el Parlament para dedicarse por completo a las elecciones primarias. Ha trabajado internamente su candidatura, y puede exhibir un gran apoyo en el número de avales. En todo momento, Collboni ha insistido en que, posteriormente, se deberá realizar una candidatura de integración, para que todos puedan sumar. El objetivo de todos es buscar un acuerdo de izquierdas que pudiera gobernar la ciudad, en perjuicio de Xavier Trias, el actual alcalde de CiU.
La otra candidata es Carmen Andrés, concejal en el Ayuntamiento, por Nou Barris, y que ha difundido en toda la campaña el poder de las bases socialistas, con la idea de que las primarias se han convocado para gobernar Barcelona, no para tratar de forzar un cambio en la dirección del PSC.
Duelo entre los dos primeros candidatos
Si uno de los candidatos obtiene el 40% de los votos, y mantiene una distancia del 10% respecto al segundo, ya sería elegido candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. Si esa distancia es menor, se producirá una segunda vuelta entre los dos primeros el 5 de abril.
Con ello, el PSC aspira a rehacerse en Barcelona, donde obtuvo sólo en las últimas municipales 11 de los 41 concejales. Las encuestas les dan menos concejales, pero los socialistas creen que, a partir de ahora, inician la remontada.