El inversor ruso, una década huyendo del ladrillo español: en 2021 solo compró 1.280 viviendas

Cerca del 2% de las viviendas adquiridas por extranjeros durante 2021 en España las compraron ciudadanos rusos, que se hicieron con más de 1.280 inmuebles. Sin embargo, ha habido una tendencia a la baja, frente a los 9,62 % de 2012. Además, tras la invasión rusa a Ucrania, el sector inmobiliario prevé que este descenso se agudice más.

Concretamente, en el primer trimestre de 2021 los ciudadanos rusos compraron el 2,26 % de las viviendas adquiridas por extranjeros, en el segundo el 2,48 %, en el tercero el 2,06 % y en el cuarto el 1,89 %.

Según cálculos de Efe a partir de datos del Colegio de Registradores, durante 2021 los ciudadanos rusos compraron una media de 3,5 casas al día, casi la mitad de las 6,6 viviendas que cada día compraban los ciudadanos rusos en España en 2012, lo que suponía un total de 3.399 viviendas durante todo el año.

Un incremento de compra entre 2009 y 2012

En 2006 los compradores rusos en España tenían un protagonismo de apenas el 1,24 % respecto del conjunto de los compradores extranjeros, pero tenían una clara inclinación por la compra de viviendas de mayor tamaño, que superaban los 100 metros cuadrado. En 2008 el peso de los rusos aumentó a un 4 %, con 1.270 viviendas adquiridas, el 64 % de ellas de nueva construcción.

En 2009 esta cifra aumento al el 6,5 % y en 2010 ya rozaba el 7 %, siendo los rusos lo que compraban más viviendas nuevas. El pico se alcanzó en 2012, cuando los rusos protagonizaron el 9,62 % de las compras por parte de extranjeros, y desde entonces la bajada ha sido paulatina.

En 2020 optaron por comprar de segunda mano

En 2020, cerca del 80 % de las viviendas que compraron los rusos en España eran de segunda mano, acercándose, al perfil del comprador ucraniano, que también apuesta en un 80 % de los casos por las casas usadas.

Lo que no ha tendido a igualarse con los ucranianos ha sido el tamaño de las viviendas elegidas, ya que aún más del 30 % de los rusos optan por viviendas de más de cien metros cuadrados, mientras que los ucranianos apuestan más por tamaños intermedios.

Por comunidades autónomas, donde más relevancia tuvieron en 2020 los rusos con respecto al conjunto de los compradores extranjeros fueron en la Comunidad Valenciana, seguida por Cataluña, Asturias y Cantabria.

Previsión del sector inmobiliario tras la invasión de Rusia a Ucrania

Pese a que el sector inmobiliario aún no sabe qué repercusión puede tener la invasión de Rusia sobre Ucrania, las sanciones tomadas por la Unión Europea, entre las que se encuentra la congelación de los activos de la oligarquía rusa, podrían provocar que las compras de los ciudadanos rusos se vieran afectadas.

Con las restricciones al movimiento de capitales «estamos yendo a la línea de flotación del comprador ruso de vivienda», ha asegurado el subdirector general de donpiso, Emiliano Bermúdez.

Por comunidades, las que concentran un mayor número de compras por parte de extranjeros son Baleares (39 %), Canarias (25,9 %), Comunidad Valenciana (24,3 %), Murcia (17,5 %), Andalucía (13,1 %) y Cataluña (12,7 %).

Algunos portales inmobiliarios ya prevén un descenso de las compras de viviendas

Desde el portal inmobiliario Idealista han asegurado que «el mercado da por descontado que las compras de vivienda por parte de ciudadanos rusos prácticamente desaparecerán» a raíz del conflicto bélico y las sanciones impuestas por la Unión Europea. Asimismo, señalan los lugares que se verán más afectados son la costa alicantina y la Costa del Sol (Málaga).

Por otra parte, creen que la inversión inmobiliaria internacional en España posiblemente se enfriará durante los próximos meses, pero también ven probable que a medio plazo España «pueda convertirse en un polo de atracción para familias centro europeas que por prudencia quieran alejarse de posibles focos bélicos”.

Desde Fotocasa comparten que «las sanciones a la economía rusa reducirán los inversores operando en el inmobiliario español, como ya ocurrió tras la invasión de Crimea», agudizando una tendencia a la baja que ya se observa desde hace años.