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El camino ignaciano, turismo espiritual

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Es bueno que cuando tantas cuestiones macro no van bien porque no están muy gestionadas se den a conocer casos embrionarios, pero que apuntan al éxito. He tenido ocasión de asistir, hace poco, al encuentro entre los responsables de los ayuntamientos de Manresa y Azpeitia y otros municipios involucrados en la puesta en marcha del Camino Ignaciano. Un nuevo producto de turismo religioso o espiritual que impulsado por la orden de los jesuitas, lidera Jose Luis Iriberri, profesor de gestión turística y hotelera en la Escuela de Turismo San Ignacio, licenciado en biología y teología. Iriberri, cumpliendo una de estas misiones tan propias de la orden, ha puesto en marcha un proyecto que tiene futuro.

El proyecto consiste en poner en valor elementos patrimoniales de las ciudades y pueblos que recorrió Ignacio de Loyola pronto hará 500 años, en el momento fundacional de la orden. Estamos hablando de 1522 y por lo tanto en un ambiente entre tardomedieval y renacentista, y a los inicios del proceso de reforma y contrarreforma en el cristianismo. El camino circula por los territorios del País Vasco, Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. Y sigue en más de un 85% el trazado del Camino de Sant Jaume de Cataluña y del Ebro, pero a la inversa. Por lo tanto, desde un punto de vista logístico y de señalización hay mucho trabajo hecho. En Cataluña lo pusimos en marcha la legislatura 2007-2010.

Es obvio que la voluntad del proyecto es seguir las huellas del éxito del Camino de Santiago y de tantos otros caminos europeos, tematizados entorno a figuras religiosas del pasado. El caso de Santiago es muy ilustrativo de cómo un producto que apenas movilizaba cuatro miles de personas a los inicios de los años 90, con la implicación del Gobierno y la ayuda inestimable del Vaticano, ha acontecido un producto de masas que da puestos de trabajo a miles de personas a lo largo del trayecto.

¿Quién no ha hecho o no conoce a alguien, que a pesar de no ser creyente, o practicante, ha hecho un tramo o lo ha hecho entero? Nos encontramos pues ante unos productos aptos para todos los públicos –son caminos relativamente planos y muy dotados de infraestructuras de alojamiento– y que tienen un componente cada vez más buscado para compensar espiritualmente y en salud, la sociedad acelerada de la red y la velocidad viaria que nos toca vivir el resto del año.

Vamos a cruzar cifras. Los datos de la temporada turística de este año vuelven a superar récords. Y si cruzamos las del gasto turístico mundial y la presencia de católicos en el mundo, con la influencia de la orden jesuita, veremos sobre qué mercado potencial se está actuando. Según el OMT, en 2010, el rànking por gasto en dólares lo encabezaba Alemania, con 77.000 millones; 74.600 Francia; 54.900 China; 48.600 Reino Unido; 27.100 Italia; 26.500 Rusia; 22.500 Australia; 21.100 Arabia Saudí; 19.600 Holanda; 18.800 Bélgica; 17.700 Corea del Sur; 17.500 Hong Kong; 16.800 España; 16.700 Singapur; 16.400 Brasil; 14.400 Noruega; 13.400 Suecia…

En términos absolutos, los católicos predominan en Iberoamérica, centro de África, Filipinas, Quebec y centro y suroeste de Europa. Y en términos relativos: en México, Filipinas, Península ibérica, Italia, Polonia, Lituania, Irlanda, Eslovenia y Croacia. La masa mayoritaria de alumnos en colegios y universidades jesuitas se encuentra en Sudamèrica con más de medio millón de alumnos (y mediana capacidad adquisitiva). Después viene EE.UU con 240.000 (y alta capacidad adquisitiva), la India con 230.000 (y menos capacidad adquisitiva), Extremo Oriente con 100.000. España e Italia con 77.000; Francia y Bélgica con 77.000; Alemania 6.000 y Polonia y Este de Europa con 1.400.

El termómetro del turismo religioso en Cataluña es Montserrat que el 2013 recibía un 51% de forasteros del Estado español, con un 29% de europeos y un 22% del resto del mundo. De Europa: 11,2% rusos; 4,2% franceses; 2,3% alemanes; 2,2% británicos; 2% italianos; 1,8% polacos. De fuera de Europa: 4,2% USA; 2,3% Israel; 1,7% Japón; 1,5% Corea; 1% Canadá.

Mientras el ranking de turistas en Cataluña en 2013 era de: Francia 4.1 millones; Reino Unido 1.7; Bélgica y Países Bajos 1,4; Alemania 1,4; Italia 0,9; países nórdicos 0,7; Suiza 0,3; según el Idescat, a partir de datos de la encuesta Frontur del Instituto de Estudios Turísticos (IET).

Todo ello hace pensar que la realidad, ya ahora, el turismo religioso en Cataluña es muy importante; que la lista de éxito no coincide con la de turistas en general; y que hay países no católicos que en cambio abastecen una elevada presencia en santuarios como el de Montserrat.

En paralelo al Camino Ignaciano, el monasterio de la Cova de Manresa se ha transformado en los últimos años en un centro internacional de espiritualidad donde a lo largo del año miles de personas hacen estancias o sesiones de formación procedentes de todo el mundo: EEUU, Australia, Alemania, Sudamèrica, Francia, Corea Italia, Japón, Polonia, Portugal y Brasil, Filipinas… Por este orden de importancia.

Ante esta realidad emergente, el municipio de Manresa con un amplio consenso de todas las fuerzas políticas, sociales y culturales ha puesto en marcha el proyecto Manresa 2022 que consiste en preparar la ciudad para atraer esta tipología de turismo y aprovechar la ocasión para poner en valor el importante patrimonio medieval (la Sede de Manresa es del mismo arquitecto que Santa Maria del Mar), propio del año donde Ignacio vivió, se transformó y se inspiró en la ciudad; y para poner en valor el importante patrimonio barroco propio de la etapa postignaciana, como arte ligado a la contrarreforma, una muestra del cual es el mismo santuario de la Cova y muchas de las piezas que alberga el Museo Comarcal de Manresa. En este sentido, Manresa ha recibido el apoyo presupuestario del departamento de Empresa i Ocupació, de la partida correspondiente a la tasa turística.

El proyecto estratégico de Manresa 2022 gira en torno a tres ejes: la ciudad como final de camino, la ciudad de la acogida y la ciudad de la luz. Sobre estos ejes están previstas varias acciones de restauración y de remodelación de espacios patrimoniales y urbanos del centro histórico de la ciudad; multitud de acciones de mejora de la acogida turística y enogastronòmica y centenares de acciones culturales y de formación que servirán para posicionar la ciudad en el entorno de la efeméride del 500 aniversario. La declaración de año jubilar 2015-2016 y la esperanza de una posible visita del actual Papa jesuita, han hecho de este proyecto y de todo el Camino Ignaciano una apuesta de éxito.

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