Castells reconoce que se necesitan 1.500 millones más mientras carga contra la oposición
ADMITE QUE SE REPETIRÁN EMISIONES COMO LA ACTUAL
La Generalitat cifra la necesidad de liquidez antes de final de año en 3.500 millones. Lo ha reconocido el conseller d’Economia i Finances, Antoni Castells en una inusual rueda de prensa en la que ha defendido con uñas y dientes la emisión de bonos del gobierno catalán. De hecho, la emisión suma 2.000 millones y antes de finalizar el año se necesitarán 1.500 millones más. Sin asegurarlo, insinuó que habrá nuevas emisiones de bonos. No obstante, Castells no se mordió la lengua al cargar contra las críticas que Artur Mas, líder de CiU hizo hace unos días respecto a la situación financiera de la Generalitat y calificó su actitud como peor que la que en circunstancias parecidas ha tenido el PP respecto al gobierno español.
Necesidades totales
Castells recordó que el programa de financiación de 2010 sumaba a principios de año 9.500 millones y que funcionaba sin problemas hasta mayo, cuando “se cerraron los mercados internacionales del crédito para el Reino de España, y también para nosotros”. Ante ello se tuvieron que adoptar otras medidas como el crédito sindicado de 1.000 millones suscrito por las principales entidades españolas.
La emisión anunciada, de 2.000 millones, se continuará, dijo Castells, pero no quiso dar más detalles. En este sentido consideró lógico el recurso al mercado minorista catalán. “Reduce la vulnerabilidad respecto a los mercados internacionales” afirmó, poniendo como ejemplo Japón, que tiene una deuda del 250 % del PIB “pero su gobierno no se inquieta porqué esta deuda está mayoritariamente en manos de sus ciudadanos”, dijo el conseller.
Los dardos más envenenados los envió Castells en dirección a CiU. Llegó a comparar la actitud de los nacionalistas con la que a nivel español ha tenido el PP respecto a la deuda: “ni el PP español, que ha usado casi todas las armas para hacer oposición, se ha atrevido a cruzar esta ralla” ha dicho. En este sentido ha considerado que declaraciones como las que indicaban que la Generalitat estaba en bancarrota, con los cajones vacíos o pelada” suponían ruido y añadir politización ante un problema de país.
Sobre las condiciones de la emisión, afirmó que el 4,75% que se pagará a los mercados constituyen un precio competitivo, teniendo en cuenta que “la garantía es total”. Dijo Castells que el 4,75% supone pagar 250 puntos básicos más respecto al precio del bono alemán y 175 puntos más en relación a lo que paga el Reino de España por su deuda. Por contra, Grecia ha de pagar 900 puntos básicos más y Portugal e Irlanda pagan a su vez 450 puntos más. El diferencial con España, dijo Castells, es el acostumbrado y es muy parecido al que pagan los Landers alemanes respecto a la deuda soberana de su país.
De la emisión de 2.000 millones Castells aseguró que la demanda actual cubre la mitad antes de que se conozcan los detalles. No quiso cifrar el coste total de la operación de financiación minorista pero reconoció que en actuaciones anteriores el coste histórico se situaba en el 3%, por lo menos 1,75% más barato que en la actualidad.
El conseller hizo votos porqué finalmente CiU con Artur Mas en primera fila cambien de opinión sobre las finanzas de la Generalitat “y podamos ver la imagen de Montilla y Mas suscribiendo los bonos conjuntamente”. En todo caso puso en segundo plano la idea de que los bonos se tengan que comprar como un acto patriótico y defendió su rentabilidad intrínseca.