Casado intensifica el giro al centro del PP para encarar los futuros acuerdos con Vox
El Comité Ejecutivo Nacional del PP se celebra con un ambiente calmado, sin apenas críticas internas y centrado en las líneas marcadas por el presidente popular
La dirección del PP responde al auge de Vox en la derecha con un reforzamiento de su perfil centrista. El presidente de los populares, Pablo Casado, se enfrentaba ayer a un Comité Ejecutivo Nacional del Partido después del cuestionamiento de su estrategia en las recientes elecciones en Castilla y León, donde Vox se ha convertido en la gran vencedora electoral. Ante esta circunstancia, y la futura negociación de investidura con el partido de Santiago Abascal, Casado no dudó en colocar al PP en el centro y tachar a Vox de «populismo».
La intervención de Casado fue toda una declaración de intenciones. Casado apadrinó ayer las políticas de género y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), banderas que plantea arriar Vox, y quiso posicionarse como el centro entre los “radicalismos” en la derecha y en la izquierda, haciendo un nuevo llamamiento a los votantes “socialdemócratas” desencantados con el PSOE de Pedro Sánchez. «Lo cómodo sería dejarse llevar por la deriva popularizadora por un puñado de votos, pero no podemos», aseguró Pablo Iglesias, quien consideró al PP “una institución” al servicio de España.
PP y Vox en Castilla y León
Con este alegato y ataque directo a Vox, Casado reitera su respuesta cuando siente a Vox ganando terreno, como la que utilizó con la moción de censura a Sánchez presentada por Santiago Abascal en 2020. Es también una respuesta ante las voces críticas de su propio partido, que entienden que el rechazo vehemente de los postulados de Vox no es más que un mal negocio para el propio PP, puesto que los votantes de uno y otro vienen del mismo sitio.
Con esta interpretación, Casado vuelve a marcar distancias con Vox y, como mínimo, complica un poco más el posible acuerdo de investidura en Castilla y León. No solo por defender postulados sociales como las leyes LGTBI o de Violencia de género, que Vox quiere suprimir, sino por abogar por un Gobierno en solitario del PP, es decir sin presencia de la formación verde. «Tenemos límites para pactar y acordar. Nuestros principios son nuestras condiciones. Quien quiera pactar con nosotros tendrá que aceptarlos», ha sintetizado el dirigente popular.
Un Comité Ejecutivo del PP tranquilo
A pesar del temor a unas fuertes críticas internas por parte del partido hacia la estrategia de la dirección de Génova durante las elecciones, donde el PP sacó menos apoyos de los inicialmente esperados, los barones regionales se limitaron a felicitar a Mañueco por la victoria electoral.
Los barones con más predicamento en el partido y que a menudo han sido los más críticos, como el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se limitaron en el cónclave a apoyar la estrategia de Casado y de Mañueco. El presidente de Andalucía, crítico también con Casado, no participó en el Comité. Así, en el PP consideran la celebración del comité como todo un éxito que ha ratificado la estrategia de la dirección y que, al fin y al cabo, ha terminado con la victoria de los populares en Castilla y León, venciendo al PSOE.
El ‘enemigo’ es Pedro Sánchez
Casado está empeñado, para bien o para mal, en alejarse de las batallas culturales en las que compite la derecha, y definir su partido en el terreno práctico de la oposición a Pedro Sánchez, su gestión económica y política, y sus alianzas con partidos nacionalistas e independentistas. Es en este campo en el quiere que se mueva Casado el partido de cara al próximo ciclo electoral, que comenzará, si no se avanza la cita en Andalucía o Comunidad Valenciana, en las elecciones autonómicas y locales de mayo de 2023.