Carulla, Gay de Montellà, Lacalle, Fainé y Vilarrubí son los cinco mejores golfistas del mundo catalán de los negocios
Sol Daurella, propietaria de Cobega, es la fémina con mejor nivel en el 'green'
¿Un deporte, un juego, una forma de ampliar las relaciones del mundo de los negocios, una evasión o un método de concentración que mejora el rendimiento de los altos directivos? El golf constituye uno de los deportes más practicados por directivos y empresarios. Un 87% de los directivos de las 500 mayores empresas del mundo lo practican y un 40% de ellos tiene claro que es una forma inmejorable de hacer negocios.
De las más de 330.000 licencias de práctica que hay registradas en España, unas 43.000 son de jugadores catalanes. Artur Carulla (Agrolimen), Joaquim Gay de Montellà (Foment del Treball), Enrique Lacalle (BMP), Isidro Fainé (La Caixa y CECA) y Carles Vilarrubí (FC Barcelona) son los practicantes más aventajados del mundo de las altas finanzas y la gran empresa. Entre las féminas, destaca el altísimo nivel de Sol Daurella (Cobega) y Montserrat Carulla (Agrolimen). Su handicap se acerca en algunos casos al de los jugadores profesionales o al de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, toda una especialista en el juego.
El indicador que mide el nivel de cada practicante en esta disciplina se expresa en el handicap. Esa medida muestra el número de golpes que el aficionado realiza de más sobre los 18 hoyos del par del campo, que está fijado previamente por los profesionales de acuerdo con las normas de las federaciones.
Cuanto más bajo es el handicap, mejor nivel de juego muestra el practicante. Así, Carulla es el líder entre el mundo catalán de los negocios con 6,1 golpes por encima del par. Otro aventajado practicante es el actual presidente de la patronal catalana, que presenta un handicap de 7,8, también un excelente registro tratándose de jugadores amateur. En el podio se situaría, asimismo, el promotor del salón inmobiliario Barcelona Meeting Point, Enrique Lacalle, con sólo 11 golpes por encima del par.
Participar en torneos
Para modificar el nivel es necesario participar en torneos convalidados por la federación. De hecho los tres mejores jugadores del mundo empresarial catalán tienen certificado su nivel en competiciones recientes, tal y como puede comprobarse en la lista adjunta.
Menos regularidad en la participación de torneos tiene Isidro Fainé, presidente de La Caixa, que tiene certificado un handicap de 12,6 golpes y Carles Vilarrubí (13,9), registro que no han modificado desde agosto de 2003, en el primer caso, y el mismo mes de 2004, en el caso del vicepresidente institucional del Barça.
A favor y en contra
La concentración que requiere la práctica del golf es una característica que tiene detractores y defensores. Está extendida la especie de que cuando un alto directivo de una compañía tiene un handicap inferior a 20 es mejor prescindir de él. La dedicación y la práctica necesaria para alcanzar ese nivel se le restaría al trabajo profesional, en opinión de quienes defienden esa tesis. Sin embargo, un estudio elaborado en 2007 acreditaba que las empresas cotizadas comandadas por directivos aficionados al golf obtenían mejores resultados que el resto.
De esa opinión parece ser Emilio Botín, el todopoderoso presidente del Banco Santander, quien presentaba hasta 2006 un handicap de 11 golpes. El banquero cántabro ha contaminado a toda su familia en la práctica de ese deporte. No es difícil verlo en grandes torneos internacionales, emparentó durante largo tiempo con Severiano Ballesteros, el mejor jugador español de todos los tiempos, y en la Ciudad Financiera del Santander, en Boadilla del Monte, no falta un campo de golf junto a los despachos que rigen el mayor banco español.
“Cada cosa en su momento. Si hay alguien que juega conmigo y habla de negocios, o dejamos de jugar o de hablar. Cuando estoy en el campo me centro en el juego”. Con esas palabras definía en 2008 el presidente de Repsol, Antoni Brufau (15,6), su pasión por este deporte. Con otra visión, más pragmática, Leopoldo Fernández-Pujals, presidente de Jazztel y antiguo máximo responsable de Telepizza, tenía por norma preguntar a los organizadores de cualquier torneo cuántos árbitros y voluntarios estaban en el campo. Al cabo de unos minutos, y tras la preceptiva llamada a su secretaria, aparecían en el campo los repartidores de su empresa con pizzas para todos.
Punto de encuentro
En Catalunya, al igual que en otros ámbitos de la actividad económica, los campos de golf de la Costa Brava, el de Sant Cugat o el de Terrassa (sede del Real Club de Golf El Prat) son punto de reunión de la beauty para practicar el deporte. El vicepresidente de Spanair y accionista de Marfina, Miquel Martí (14,5), cuenta con un handicap nada desdeñable, casi al mismo nivel que Brufau. Otros, como Juan Rosell, presidente de la CEOE, acredita un handicap de 18, aunque siempre señala su preferencia por el tenis, deporte que practica con cierta regularidad. Una de sus principales preocupaciones por el traslado a Madrid era el lugar y los compañeros con los que podría seguir intercambiando golpes con la raqueta.
En Comsa-Emte, el presidente y el vicepresidente, están igualados con su swing. Jorge Miarnau (22,9) y Carles Sumarroca (23,4) parecen mantener en el green los mismos equilibrios que al frente de su empresa común. El hijo del editor de La Vanguardia y consejero delegado de la empresa, Carlos Godó Valls, tiene reconocido un handicap de 27 golpes, la misma cifra que el presidente de Áreas y consejero de Grupo Zeta, Pedro Fontana. En ese mismo nivel juegan el secretario general de la patronal Foment y el director general de La Caixa. El primero, Joan Pujol (27,4) actualizó su nivel en la primavera de 2010. Juan María Nin, por su parte, no ha participado en torneos desde abril de 1998 y su handicap ronda los 28 golpes sobre el par del campo.
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