Advertencia a los jubilados: estos cambios afectarán la renovación del carnet
Para reducir la alta tasa de accidentes en las personas de más de 65 años la DGT ha modificado las renovaciones de los carnet de conducir
Con el crecimiento de la esperanza de vida en Europa, donde España no es la excepción, cada vez más adultos de más de 65 años tiene un coche o moto y conducen con frecuencia.
Pero las estadísticas alertan que ese es el grupo etario con mayor siniestralidad: un tercio de las personas fallecidas en accidentes de tráfico de la UE habían superado los 65 años, informa The Objetive.
Por ello mismo la DGT ha cambiado las normativas para renovar el carnet y reforzar los controles psicomédicos sobre los mayores, para garantizar tanto su seguridad como la de sus acompañantes y las de otros conductores y peatones.
Atención jubilados: estos cambios afectarán la renovación del carnet
Uno de los cambios más importantes es la modificación del período para renovar el carnet de conducir.
Un tercio de los accidentes en la Unión Europea estuvieron involucrados personas de más de 65 años
Si antes los mayores de 65 años tenían que renovarlo cada 10 años, bajo la nueva normativa deben hacerlo cada cinco años.
En cuanto a los mayores de 70 años, ahora tienen que volver a examinarse cada dos años para poder seguir conduciendo.
Las pruebas para renovar el carnet
Tanto unos como otros tienen que realizar las pruebas psicofísicas en los centros autorizados para verificar que sus reflejos, la capacidad de reacción y las capacidades auditivas y visuales son aptas para estar frente al volante.
Debido a la cantidad de años que había que esperar antes, no se podía comprobar el deterioro físico y psicológico que tenían los conductores de más de 65 años.
Síntomas que ponen en alerta a los conductores
De todas formas, quienes han superado esa edad tienen que tener en cuenta la aparición de algunos síntomas relacionados con el envejecimiento, que pueden arriesgar la conducción, como una disminución en los reflejos, problemas de audición, tendencia a la fatiga, dificultades para ver señales de tráfico o sentimientos de estrés por conducir en zonas con mucho tráfico o en áreas desconocidas.
Sin embargo, si el conductor padece algunas enfermedades o patologías se les puede retirar el carnet, como las arritmias cardíacas, si es portador de marcapasos o de prótesis valvulares cardíacas, si tiene apnea del sueño, disnea permanente en reposo o de esfuerzo leve.
También se le puede quitar en casos de diabetes con tratamiento de insulina o fármacos, en trastornos en las glándulas adrenales, tras un trasplante renal o si tiene depresión o trastornos de ansiedad o del sueño.
Tampoco se puede conducir si se padecen enfermedades crónicas o degenerativas como el Alzheimer, la esclerosis múltiple, el Parkinson o la distrofia muscular; o neurológicas como las crisis epilépticas o la pérdida de conciencia, entre otras.
Los exámenes médicos y psicológicos se realizan en los Centros de Reconocimiento de Conductores autorizados, que tras una serie de pruebas, pueden emitir cuatro resultados: Apto, Apto con restricciones, No apto o Interrumpido. Por supuesto, solo en los dos primeros casos se está autorizado para renovar el carnet.